Los secretos del jardín

01 de Junio de 2004, a las 00:00 - Melîreth
Relatos Tolkien - Relatos basados en la obra de Tolkien, de fantasía y poesías :: [enlace]Meneame


Capítulo LIII  Días de espera

Éomer se fue de Rivendel muy temprano bajo la lluvia, partió con la firme promesa de toda la compañía de asistir a su boda. La vida en Rivendel continuaría como los días anteriores; terminé de agitar mi mano hasta que perdí de vista a Éomer.

-Quiero hablaros-dijo Legolas.
-Yo no-dije tajante.
-Pero...
-Lau, sí lau (No, ahora no)-dije tajante.-No tengo ganas de pelear.
-¡No quiero pelear!-gritó Legolas.
-Sí lau (Ahora no), Legolas-dije alejándome lentamente.

Legolas se quedó allí mirando como me alejaba, puso sus manos en la cintura y se dio media vuelta muy irritado. Se reunió con Gimli.

-No quiso hablar conmigo-dijo Legolas.
-Lo hará-dijo Gimli.-Es engreída pero os ama.
-¿Cómo lo sabéis?-preguntó Legolas.
-Se le nota en los ojos cuando os mira-dijo Gimli sonriendo.

Los días pasaban lentos pero mi mejoría era notable. Estaba ansiosa por irme a Rohan, por subirme a un caballo. Faltaban atta días para partir, nos encontrábamos almorzando. La comida era una tertulia gracias a los hobbits, que siempre estaban cantando, sonriendo. Legolas me miraba insistentemente y yo desviaba la mirada. Tendría que hacer algo más que tratar de hipnotizarme con sus hermosos ojos azules. Aragorn intentaba sacarme de mis pensamientos.

-¡Ireth! ¡Ireth!-gritaba Aragorn parado sobre su silla.
-Ja ja ja  estará pensando en Legolas-dijo Pippin.
-¡Peregrin Tuk, he escuchado eso! ¿Cuándo aprenderéis a cerrar la boca?-dije emulando a Gandalf.

Todos rieron menos Gandalf que arrugaba los ojos para hacerme saber quién era él.

-Ya arreglaremos esa situación-dijo Gandalf.-Sí (Ahora), poned atención a Aragorn.

Me sonrojé y puse atención.

-Por fin-dijo Aragorn.-Arwen y yo estamos esperando un bebé.
-Y van atta-dije yo.
-¿Qué?-preguntó Arwen.
-Nada, sólo pensaba en voz alta-dije.

Aragorn me miró con ternura, sus ojos tenían un brillo especial. Otra vez me quedaba fuera. Le sonreí y abracé a Arwen.

-Os felicito, señora de Gondor-dije.
-Gracias, Ireth. Sin vos no habría sido posible-dijo Arwen.
-No digáis eso, sólo hice lo que me correspondía-dije.
-Como sea, contad siempre conmigo-dijo Arwen.
-Sólo quiero pediros una cosa, Arwen-dije.
-Lo que sea-dijo ella.
-Confiad en Aragorn y olvidad los celos de Legolas-dije.
-No os preocupéis, ya no habrá nada de eso-dijo Arwen sonriendo.

Gandalf llegó y abrazó a Arwen, yo aproveché para felicitar al dúnadan.

-¿Ya podéis usar a Calmacil?-preguntó él y me abrazó.
-Aún no, pero falta poco. Mejor que estéis preparado-dije.-Sí (Ahora) aparte de rey sois un flamante y futuro padre, os felicito.
-Gracias, mi lady. Espero poder veros pronto feliz-dijo Aragorn.
-Lo seré o dejo de llamarme Gandalf-bromeé emulando al mago una vez más.

Aragorn estalló en carcajadas.

-Escuché eso, Ireth-dijo el mago fingiendo enojo.
-Lo siento-dije y me alejé.

Se respiraba paz en Rivendel. Yo confiaba en quedarme allí con Legolas, pero si no solucionábamos nuestros problemas, yo, lo tenía decidido, partiría a las Tierras imperecederas. Era una decisión difícil pero nunca estaría bien sin él y en el Bosque Negro no estaría lo suficientemente lejos.

-Ya sabemos que os gusta la lluvia-interrumpió Gimli.-Pero podríais estar más atenta a lo que pasa aquí.

Yo miraba por la ventana cuando el casar (enano) me interrumpió.

-Lo siento, Gimli hijo de Glóin, no os escuché-me disculpé.
-Me doy cuenta, mi lady-dijo él.
-Es sólo que pasan muchas cosas buenas y pienso en ellas-dije.
-Claro, ahora estáis bien, por eso podéis verlas-dijo Gimli.
-Sí, así es-le sonreí.- ¿Vendréis a la boda?
-No me la perdería por nada.-dijo Gimli.-Además habrá buen vino-dijo codeándome.
-No puedo tomar vino-dije.
-¿Abstinencia? Elfa-preguntó Gimli.
-Nada de eso, cuestiones de salud-dije.

Gandalf nos interrumpió.

-¿Estáis contenta por la pareja real?-preguntó Gandalf entregándome un vaso con vino.
-Claro, como todos-contesté agarrando el vaso.
-Bebed-apuro Gandalf.
-No quiero-dije.- ¿No es qué no podía beber vino?
-Os estoy dando permiso-dijo Gandalf con seriedad.
-Aprovechad, Ireth-dijo Gimli.

Me empiné el vaso sin pensar, me apetecía de verdad. Esquí todo el vino sobre el enano mientras el mago reía sin parar.

- ¿Qué demonios es esto?-pregunté buscando un poco de agua en la mesa y mirando como se reían todos de mí.
-¿Eso? Vino con sal-dijo Gandalf aun riendo.
-No fue gracioso-dije terminando con el agua.
-Ja ja ja ja, vuestra cara si que lo fue-dijo Aragorn.
-Bueno, acordaros de eso cada vez que pretendáis imitarme-dijo Gandalf.

Pasamos la tarde en el comedor, bebiendo vino y bailando. Gandalf aún se reía de la broma que me había hecho. Gimli dormitaba en la mesa a causa de tanto vino ingerido. Arwen se retiró a dormir, estaba cansada. Aragorn y Legolas conversaban animadamente; yo conversaba con los hobbits.

-¿Qué haréis cuando vuelvan a la comarca?-pregunté.
-Yo seguiré con mis jardines-respondió Sam.
-Y yo buscaré una buena novia-dijo Pippin.

Frodo guardó silencio.

-¿Qué sucede, Frodo?-pregunté.
-Nada, mi lady. Es sólo que voy a extrañar la comarca-dijo Frodo.
-Lo sé, pero es lo mejor para vos viajar con el maia-dije tratando de animarlo.
-No dudo de eso, además quiero ver a Bilbo-dijo Frodo.
-Estoy segura que estaréis contento a su lado-dije.
-Si señor Frodo, anímese-dijo Sam.
-Basta o me harán llorar-dijo Frodo con una pequeña sonrisa.

Muy entrada la noche y viéndolos a todos conversar con algarabía, me despedí, necesitaba descansar.

-Antes que os vayáis-dijo Gandalf.-Tomad esto, es vuestro.

Extendió una bolsita que abrí de inmediato. Eran mis joyas.

-¡Hantale (Gracias), Gandalf!-dije.-Las usaré en la boda de Éomer.
-No lo creo-dijo Gandalf y me guiñó un ojo.-Pero guardadlas, son vuestras.

Sonreí.

-Alassëa lómë (Buenas noches) a todos-dije.

Ya sólo me faltaba algo para ser feliz: Legolas. Los ojos se me cerraban de forma involuntaria. Le pedí a Varda que no hubiera visitas inesperadas esa noche y me dormí.

Por fin llegaba la hora de partir hacia Rohan. Usaría un meara que Éomer había dejado para mí. La lluvia seguía azotándonos pero poco nos importaba. Llevamos provisiones para cinco días de viaje, no necesitaríamos más. Todos listos, emprendimos el viaje. Aragorn se acercó a mí montado en Brego.

-¿Corremos, lady Ireth?-preguntó Aragorn rodeándome con Brego.
-Por supuesto, lord Aragorn-contesté.

Azuzamos a los caballos y corrimos, la lluvia golpeaba mi rostro con fuerza, yo era un buen jinete. Iba ganando la carrera pero mi caballo resbaló y caí. Aragorn siguió de largo, sabía que no me había lastimado pues sabía como caer. Legolas se acercó enseguida y se apeó de Arod.

-¿Estáis bien?-preguntó Legolas ayudándome a ponerme en pie.
-Perfecta-dije tajante y disponiéndome a montar de nuevo.
-Ireth, hablemos-pidió Legolas.
-No, dejadme-dije.
-Hablareis conmigo-dijo y me sujetó del brazo.

Gandalf y el resto estaban atentos a la escena.



Capítulo LIV Ireth y Legolas sonríen

Mi caballo echó a correr tras Brego y me dejó a la merced de Legolas que había soltado mi brazo.

-¡Magnifico, sí (ahora) tendré que caminar un tramo!-dije echando a andar.
-Subid conmigo-dijo Legolas.-Os llevaré hasta vuestro meara.
-Lau-dije y seguí caminando.
-¿Lau? ¿Lau? Esa es una respuesta que no aceptaré-dijo Legolas tomándome de la cintura con fuerza.
-¡Soltadme!-grité.

Gandalf, Gimli, Arwen y los hobbits se acercaban e incluso Aragorn que volvía. Legolas y yo estábamos con las capuchas abajo pues se habían caído con el forcejeo, nos mirábamos a los ojos.

-¡No os soltaré! ¡Hablareis sí (ahora)! Queráis o no-dijo Legolas.

Me dio media vuelta con toda su fuerza, me besó con pasión, yo me resistí sólo en el momento inicial, después me dejé llevar.

-Será mejor que se separen o no llegaremos a buen refugio a tiempo-dijo Gandalf sonriendo.

Legolas y yo nos separamos sonrojados. Cada cual montó su caballo. Anduvimos un par de horas más y nos decidimos a acampar. Era una cueva desierta, allí podríamos hacer un fuego, secarnos un poco, dormir y esperar al alba.

-¿Estáis bien?-preguntó Aragorn.
-Tancave, hantale (sí, gracias)-dije.
-Os veo pálida, ¡por Varda!, ¿os pusisteis las athelas?-preguntó Aragorn.

Lo miré con aflicción.

-Lau (No)-dije.
-¡Maldición, Ireth!-gritó Aragorn.
-Os lo dije, es una cabeza dura-dijo Gandalf.
-¿Podemos conseguir asëa aranion aquí?-preguntó Legolas.
-Sí, pero sí lau (ahora no) no. Hay que esperar a que amanezca-dijo Aragorn.
-Estaré bien, no os preocupéis. Sólo necesito dormir-dije.
-¿Puedo quedarme con vos?-preguntó Legolas.

Todos me observaron esperando mi respuesta. Sólo asentí. Aragorn y Gandalf se fueron con los demás a comer algo. Estaban bien, un poco preocupados por mí como siempre pero nada que no tuviera solución.

-Os extraño-dijo Legolas.
-Y yo a vos-dije.
-Entonces, ¿qué estamos haciendo?-preguntó Legolas.
-No lo sé, vos decídmelo-dije.
-Estaba celoso, muy celoso ese día...
-Y no me dejaste explicaros nada-interrumpí.
-Lo sé pero en mi mente no había lugar para la duda, pensé...
-Me había encontrado con Aragorn a escondidas de todos vosotros-interrumpí de nuevo.
-Sí-dijo apenado.
-Si que sois un elfo obstinado-dije.
-Vos tampoco me dejasteis hablar después-dijo Legolas.
-Lo sé, lo hice con premeditación-dije.
-¿Lo veis?-preguntó Legolas.- Ireth, sois lo mas importante en mi vida, no sé que pasaría si no estuvierais. Sois la elfa que quiero me acompañe para siempre. No sé si he sido duro con vos, en todo caso vos también lo habéis sido conmigo.
-Legolas, yo tampoco concibo mi vida sin vos. ¿Creéis que lo que pasó hace noches en mi alcoba, habría sucedido con cualquiera?-pregunté.
-Lau-dijo Legolas.
-¿Y bien?-pregunté.
-Decidme una cosa-dijo Legolas.
-¿Qué?-dije.
-De no haber vuelto Arwen, ¿a quién habríais elegido?-preguntó Legolas.

Lo miré detenidamente, miré a Aragorn que charlaba con Arwen, miré a Legolas de nuevo y al dúnadan de nuevo.

-¡Basta, me volveréis loco!-gritó Legolas.

Yo sonreí, me gustaba verlo así de desesperado.

-A vos, obviamente, mi lord-dije por fin.

Legolas me abrazó con tanta fuerza que casi no podía ni respirar pero no quería que me soltara. Al parecer las cosas se habían arreglado y así lo quería mantener. Legolas se soltó un poco.

-¡Ela (Mirad)!-dijo Legolas sacando algo de su carcaj.

Le observé con atención, era una pulsera preciosa de joyas rojas y florcitas de oro.

-Es para vos-dijo Legolas sonriendo.
-Es...
-No, no es vuestro presente de compromiso-dijo Legolas.-Era de amil (madre).
-Legolas, es preciosa. Hantale-dije.
-Amil (Madre) me la dio para que se la entregara a la mujer que amara, esa sois vos-dijo Legolas y me abrazó.

Lo besé con dulzura, sus ojos reflejaban tranquilidad. Me recosté en él y nos quedamos dormidos, ignorando que éramos observados.

-¿No hacen una pareja hermosa?-preguntó Gimli.
-Así es-dijo Arwen.
-Quizá tengamos otra boda antes de partir a las Tierras Imperecederas-dijo Frodo sonriendo.
-Es lo más probable-dijo Gandalf.
-Si es que Legolas no se pone celoso de Aragorn otra vez-dijo Pippin.
-¡Cierra esa boca, Peregrin Tuk!-dijo Gandalf casi gritando.
-Ellos están sí (ahora) bien-dijo Sam.
-Vayamos a dormir nosotros también-dijo Gandalf.-Y tu Pippin, mejor que no digáis una sola palabra mas.
-No he dicho nada-dijo Pippin.
-Pero tarde o temprano lo haréis-dijo Aragorn.
Rieron discretamente y se fueron a dormir.

Legolas fue el primero en despertarse, fue a buscar athelas y pronto Aragorn estaba poniéndomelas.

-¿Cuándo os casareis?-preguntó Gandalf.
-No lo sé-contesté.
-A mí me gustaría que la boda fuera en invierno-dijo Legolas.
-Brrrr ¿por qué?-preguntó Frodo.
-Porque es la estación preferida de Ireth-dijo Legolas.
-Ya veremos-dije yo.-Sí (Ahora) tenemos una boda a la que asistir.

Nos pusimos en camino muy pronto, parecíamos una gran familia feliz y de algún modo lo éramos.

El viaje fue tranquilo. Pronto y sin que la lluvia cesara por completo, llegamos a Rohan. Éomer salió a recibirnos, se notaba a leguas la felicidad en su cara. Nos presentó a su futura esposa. Una eorlinga muy hermosa, lo justo para Éomer.

Después de desmontar fuimos conducidos a nuestras alcobas. Rohan era perfecto y el pueblo estaba revolucionado con la boda de su futuro rey. Legolas me contaba de las primeras veces que había estado allí y sus ojos se llenaban de recuerdos.

-¿Ya es hora?-preguntó Éomer.
-Tancave (Sí)-contestó Legolas.
-¿De qué hablan?-pregunté.
-Venid y lo veréis-dijo Legolas.



1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30

  
 

subir

Películas y Fan Film
Tolkien y su obra
Fenómenos: trabajos de los fans
 Noticias
 Multimedia
 Fenopaedia
 Reportajes
 Taller de Fans
 Relatos
 Música
 Humor
Rol, Juegos, Videojuegos, Cartas, etc.
Otras obras de Fantasía y Ciencia-Ficción

Ayuda a mantener esta web




Nombre: 
Clave: 


Entrar en el Mapa de la Tierra Media con Google Maps

Mapa de la Tierra Media con Google Maps
Colaboramos con: Doce Moradas, Ted Nasmith, John Howe.
Miembro de TheOneRing.net Community - RSS Feed Add to Google
Qui�nes somos/Notas legalesCont�ctanosEnl�zanos
Elfenomeno.com
Noticias Tolkien - El Señor de los AnillosReportajes, ensayos y relatos sobre la obra de TolkienFenopaedia: La Enciclopedia Tolkien Online de Elfenomeno.comFotogramas, ilustraciones, maquetas y todos los trabajos relacionados con Tolkien, El Silmarillion, El Señor de los Anillos, etc.Tienda Amazon - Elfenomeno.com name=Foro Tolkien - El Señor de los Anillos