La última integrante

XII

Théoden se entera que su hijo había muerto y manda realizar el homenaje fúnebre. Los guardias pasean a Théodred por la cuidad, hasta llegar a las tumbas, donde es enterrado. Marah ve con pena a Théodred, hijo de Théoden quien murió muy joven, en una emboscada de los orcos en el río Enturash. Ella junto a los demás siguen el paso fúnebre, mientras se escucha el canto de Éowyn, despidiendo a su primo.
Pasado de dicho homenaje, Théoden queda a solas con Gandalf frente a la tumba de su hijo, la cual está llena de las flores de Simbelmyne que crecen solo en las tumbas de los reyes de Rohan. Théoden se encuentra de pie mirando la tumba. Ambos amigos se quedan hablando, Gandalf deja a Théoden llorar y desahogarse por la muerte de su único hijo y se aleja, de repente mira al horizonte y ve a un caballo que llega consigo dos niños, uno de los cuales cae de la silla.

Los niños son llevados dentro de Castillo justo en el momento que Aragorn, Marah, Gimli y Legolas se encontraban comiendo, detrás de ellos llegan Gandalf con Théoden. El rey se instala en su trono y dos guardias se acercan a él y le indican que agarraron desprevenidos y desarmados a los pobladores de esa comunidad y que los salvajes avanzan por el Folde Oeste quemando todo lo que encuentras, ya sea chozas, árboles y huertos.
Gandalf le indica que eso es sólo una muestra del terror que Saruman desatará, ahora que es mucho más poderoso, por el temor a Sauron. Y pide al Rey que cabalgue y le haga frente y que tienen que luchar. Théoden lo escucha pero se nota cierta desconfianza.
- Cuentan con dos mil buenos hombres en el norte mientras hablamos. -interrumpe Aragorn- Éomer le es leal. Sus hombres regresarán y lucharán por el rey.
Théoden se levanta de su trono y avanza, su rostro muestra descontento.
- Estarán a trescientas leguas de aquí ahora mismo. Éomer no puede ayudarnos. -indica Théoden- Sé lo que quieres de mí, (hacia Gandalf) pero no llevaré más muerte a mi pueblo. No me arriesgaré a una guerra abierta.
- Esa guerra ya ha sido declarada, -interrumpe Aragorn- arriesgues o no.
- Si mal no recuerdo, Théoden, y no Aragorn, es el rey de Rohan. -increpa Théoden.
Marah escucha la discusión y habla en voz alta delante de los que están en la mesa.
- Ahí está... el orgullo del hombre hablando por si mismo, que no acepta la ayuda de nadie... Pues se creen todopoderosos. –replica Marah mientras toma una copa de té de hierbas.
- Creo que ese también es un defecto amazona ¿no? –pregunta Gimli.
- La diferencia es que nosotras sí aceptamos la ayuda de alguien si es que la necesitamos... y por lo visto acá la necesitan y no lo aceptan.. –responde Marah mirando de soslayo a Théoden.
- Si.. así parece.. –responde Gimli, mirando a su plato de comida.
En eso Gandalf se dispone a calmar los ánimos del rey.
- ¿Y cuál es la decisión del rey? -pregunta Gandalf.
- Buscar refugio en el Abismo de Helm. -responde Théoden mientras sale de la cámara.

Gandalf sale detrás del rey. Los cuatro compañeros se quedan terminando de comer. Éowyn por su parte discretamente planta su mirada hacia Aragorn. Marah da cuenta de ello, pero no dice nada al respecto, sólo se dirige a Legolas.
- ¿No piensas comer nada? -le dice Marah.
- No estoy acostumbrado a la comida extranjera. -responde Legolas con una actitud seria.
- Por favor. -le pide Marah intentando romper el hielo- Come esto (mientras levanta un plato con comida).
Legolas ve los ojos suplicantes de Marah y accede. Se sienta frente a ella y Gimli festeja.
- ¡Hasta que al fin come algo señor elfo! -replica Gimli.
Legolas sonríe mientras va comiendo, pero no mira a Marah, al contrario trata de esquivar su mirada. Marah se da cuenta de ello y se siente mal. Aragorn termina y se levanta.
- Voy ensillando los caballos, los espero afuera. -indica Aragorn.
Marah se levanta inmediatamente sin terminar de comer.
- Voy contigo. -replica Marah pues no quería quedarse al sentir a Legolas en aquella actitud hacia ella.

Mientras, Háma avisa a los ciudadanos que deben evacuar la cuidad por orden del rey y que solo lleven lo necesario, pues partirán de inmediato a Cuernavilla y se establecerán en el Abismo de Helm. Marah sale con Aragorn y escuchan a Háma dirigirse a la gente, se encuentran con Gandalf y se dirigen a los establos.
- ¡El Abismo de Helm! -exclama Marah- Conozco perfectamente las Montañas Blancas y ese abismo en una ratonera sin salida, si el enemigo los cerca y les imposibilita el acceso a la única salida que tienen, eso ya no será una guerra, sino una masacre.
- El solo obra pensando en el bien de su pueblo. -responde Gandalf- El Abismo de Helm los salvó en el pasado.
Los tres llegan a los establos y Gandalf se adelanta con Aragorn hacia Sombra Gris, Marah por su parte se prepara a ensillar a su caballo.
- Théoden es de recio carácter, pero temo por él. -indica Gandalf- Temo por la supervivencia de Rohan. Te necesitará llegado el momento, Aragorn. El pueblo de Rohan te necesitará. Sus defensas deben resistir.
- No te preocupes. -responde Aragorn- Resistirán.
- El Peregrino Gris, así solían llamarme. -replica Gandalf- Tres mil vidas de hombres he caminado por estas tierras, y ahora me falta tiempo. Con suerte, mi búsqueda no será en vano. (monta el caballo y se dirige a Aragorn) Esperen mi llegada con la primera luz del quinto día. Al amanecer miren al este.
Y sale cabalgando a toda velocidad. Legolas y Gimli ingresan a los establos y detrás de ellos entran los Rohirrim con Éowyn para preparar los caballos y alistarlos para salir con ellos.

En eso Aragorn ve que al fondo, dos rohir están tratando de amansar a un caballo que se encuentra nervioso. Aragorn se acerca y le habla al caballo.
- Fæste! Stille nú, fæste... Hwæt nemnað ðe? (Tranquilo, tranquilo... ¿cuál es tu nombre?) -pregunta Aragorn mientras acaricia al caballo.
Éowyn ve a Aragorn calmar al caballo y le dice que se llama Brego y era el caballo de Théodred.
- ¿Brego? Ðin nama is cynglic. (¿Brego? Tienes nombre de Rey) -le dice Aragorn al caballo mientras éste pone su hocico en señal de amistad hacia Aragorn.
Éowyn se asombra al ver lo ocurrido y se acerca a Aragorn.
- He oído de la magia élfica. -precisa Éowyn- Pero no la esperaba en un montaraz del norte. Hablas como uno de ellos.
- Fui criado en Rivendel, por un buen tiempo. -le dice mientras mira dirige su mirada a Marah y le sonríe.
Marah le devuelve la sonrisa a su amigo, termina de preparar su caballo y sale del establo. Legolas hace lo suyo y la sigue junto con Gimli.

Por otro lado, Grima se encuentra en Isengard con Saruman en la cámara de la Palantir y le cuenta todo lo ocurrido.
- Así que Gandalf el Blanco. -precisa con ironía Saruman- Gandalf el loco. ¿Acaso pretende humillarme con esa nueva piedad?
- Otros cuatro le siguen al mago. Un elfo, un enano, una amazona y un hombre.
- ¿Una amazona? -pregunta con inquietud Saruman- ¿Acaso esas mujeres no estaban peleadas con los hombres y no hacen alianzas con ellos, ya que solo los quieren para que las hagan engendrar?
- A lo mejor esa amazona es solo para la diversión de ellos. -responde Grima con ironía.
- ¿Y que hay de ese hombre? -interroga Saruman- ¿Era de Gondor?
- No, era un montaraz, un dunedain del norte. Vestía pobre de vestiduras, pero aún así llevaba un extraño anillo. Eran dos serpientes de ojos esmeralda, una devorando y otra coronada con guirnaldas doradas.
- El anillo de Barahir. -responde Saruman mientras consulta un gran libro donde se aprecia la figura del anillo descrito por Grima- Veo que Gandalf el Gris cree haber encontrado el heredero de Isildur. Al perdido rey de Gondor. ¡El muy necio! El linaje se rompió hace años. Poco importa ya, el mundo de los Hombres caerá y comenzará por Edoras.