La última integrante

XV

Mientras, en Isengard, Saruman se encuentra preparando un artefacto echo de pólvora. Grima Lengua de Serpiente se encuentra con él, quien le da información con respecto a una debilidad que tiene el Abismo de Helm. Pues éste a pesar de ser de roca sólida, tiene una abertura en su base un poco más grande que un desagüe. Y tienen planeado usar dicho artefacto para lograr abrir una brecha en la fortaleza y derrotarlos. Saruman lleva a Grima al balcón y le muestra el ejército de Uruk-hai que llegó a crear para derrotar a Rohan.
- ¡Marchen al Abismo de Helm!! -ordena Saruman a su ejèrcito- ¡Y no dejen a nadie con vida pues no habrá amanecer para el hombre!!
Grima siente en su corazón algo de pena, pues durante mucho tiempo sirvió a Théoden... y ahora es partícipe de la traición hacia su Rey. Saruman y Grima ven alistarse a su ejército y marcharse. En eso Saruman se dirige a Grima.
- ¿Cuantos huargos quedan en la fortaleza? -pregunta Saruman.
- Hay una gran tropa de cientos de ellos mi señor. -responde Grima- ¿Que piensa hacer con ellos? ¿los va a mandar con los uruk-hai?
- No Grima. -contesta Saruman- Haré algo mejor que eso.
Ambos se dirigen hacia las profundidades de Isengard donde están los huargos y orcos.
- Mandaré a atacar a las amazonas. -indica Saruman- Por mucho tiempo esas malditas mujeres se han burlado de nosotros... pero ya no más. Ellas creen que nuestra guerra es solo con los hombres, pero están muy equivocadas. También será el fin de su menospreciable raza.
- ¡Pero son solo mujeres! -interrumpe Grima.
- Pero muy peligrosas... -responde Saruman- ... mientras mas desprevenidas las agarremos mejor aún. Ya tengo un plan para esas astutas amazonas.
Dicho eso Saruman se levanta y se dirige hacia el jefe de los rastreadores.
- Quiero la cabeza de la reina amazona, a la que llaman Vlasta. Si lo que me han dicho es cierto, que solo queda una valquiria entre las amazonas, quiero su cabeza... –ordena Saruman- ... Será un hermoso trofeo.
- Como usted ordene –responde el orco mientras sube en su huargo.
Saruman satisfecho ve partir a sus rastreadores, mientras Grima detrás del mago, siente pena por las amazonas.

Mientras aún en el Bosque de Fangorn, Bárbol por orden de Gandalf lleva a cuestas a Merry y Pippin, hasta que Pippin avisa que hay mucho humo saliendo de Isengard. Ambos hobbits se suben a lo alto de Bárbol y divisan a un ejército dirigiéndose hacia las Montañas Blancas. La guerra había iniciado.

Al fondo del acantilado, en el río yacía flotando Aragorn, quien es transportado por la corriente hacia la orilla. Está inconsciente, pero aún respira.
Arwen siente que su amado Aragorn está en peligro y pide la protección de los Valar para que lo pueda salvar y le da el aliento de vida.
Aragorn siente la presencia de su amada y despierta, pero aún está muy débil por la caída y la herida en su brazo. Brego su caballo se arrodilla y lo ayuda a levantarse. Aragorn monta a Brego quien lo lleva en dirección hacia el Abismo de Helm.

Mientras en Rivendel, Arwen siente que Aragorn ya se encuentra a salvo. Elrond se acerca a su hija y le indica que los barcos van a zarpar hacia Valinor y que se aliste antes que sea tarde. Pero Arwen no quiere irse, pues ha tomado la decisión de quedarse y esperar a Aragorn, pues aún mantiene la esperanza. Pero su padre intenta desanimarla diciéndole que él no volverá y si fuera así, ganaran la guerra, Sauron fuera derrotado y Aragorn nombrado rey, y aunque todas sus esperanzas se hicieran realidad, le quedaría el amargor de la mortalidad, bien a espada o por el lento desgaste del tiempo, Aragorn morirá, y no habrá consuelo para ella, pues nada la reconfortará del dolor de la muerte de su esposo. Su imagen y su gloria permanecerá intacta a pesar de desmoronarse en el mundo, pero Arwen se consumirá en la oscuridad y morará, sumida en tu pesar, bajo los mortecinos árboles, hasta que el mundo cambie y salde la cuenta de tus largos años de vida. Elrond posee el don de ver el futuro y Arwen llega a verlo por medio de su padre. Y ve su futuro con un amargo pesar. Pero ella aún se resiste en dejar la Tierra Media.

Elrond viendo que no podía convencer a su hija, parten ambos con un sequito de elfos hacia Lórien a ver a Galadriel y a Celeborn. Elrond va hasta Caras Galadhon y ahí encuentra a los Altos Señores que estaban con Haldir. Galadriel le dice a Elrond que el poder del enemigo crece. Y le habla sobre el ataque de Saruman hacia el Abismo de Helm. Y que el próximo ataque será Gondor, el último reino libre de los hombres. Le habla sobre Frodo cuya fuerza se va desvaneciendo. Elrond sabía aquellos pues ya lo había augurado. También le habla sobre el poder del Anillo se va haciendo cada vez más fuerte a medida que Frodo se acerca a Mordor y que busca con avidez volver a las manos de los hombres que tan fácilmente se dejan seducir por su poder. Le habla también sobre Faramir hijo menos del Senescal de Gondor, Denethor, quien en esos momento tiene a Frodo y sam en Osgiliath y que sólo tiene que extender su mano, aceptar el Anillo para sí, y el mundo caerá y que está muy cerca de conseguir su objetivo. De esta manera Sauron tendrá dominio sobre toda vida en la tierra, y así será el fin del mundo. Temen que el tiempo de los elfos se ha consumido.

Elrond la escucha y propone una última alianza para poder ayudarlos en aquella contienda. Galadriel y Celeborn mandan a Haldir reunir una tropa de elfos de Lórien y de Rivendel para que apoyen a los hombres en la Batalla que acontecerá en Cuernavilla. Haldir da la orden a sus guardianes a reunir una tropa mientras él se queda con los Altos Señores, pues tenía una duda.
- Estas preocupado por tu hija... ¿Verdad Haldir? –pregunta con dulce voz Galadriel.
- Así es mi señora... temo mucho por su seguridad, ella nunca ha estado en una batalla de semejante magnitud. –responde Haldir muy preocupado.
- Ella tiene mucha fortaleza... no deberías de preocuparte por ella. –responde Galadriel- Durante todos estos largos años, Marah se ha convertido en una gran guerrera...
- Lo sé... es una valquiria, digna heredera de la sangre de la gran Valkyria. –contesta Haldir.
- También tiene mucho de ti Haldir. –le dice Galadriel.
Haldir agradece y se retira junto a Elrond a cumplir con lo mandado por los Señores de Lórien. Por su parte Arwen se queda en Lothlórien junto a su abuela.