La última integrante

XXIII

Ya es de noche y todos están preparándose para salir a la madrugada del día siguiente. Marah se encuentra sola sentada en una roca al lado de la tienda de Éomer mirando al horizonte, en eso Merry se le acerca.
- ¿Has visto a Éowyn? -pregunta Merry.
- Claro.. está en la tienda de su hermano... -responde Marah mientras sigue mirando al horizonte.
- Me dijo que me iba a dar un presente -contesta emocionado Merry.
- Bueno pues entonces no pierdas tiempo Merry. -le responde Marah sonriendo.
Merry entra a la tienda y Éowyn le regala un casco pequeño y vestuario de protección. Él se lo coloca y ya parece un pequeño soldadito. Saca su espada y se da cuenta que no está afilada. Éowyn le dice que vaya a la herrería a que la afilen, pues con esa espada no podrá matar muchos orcos. Y salen de la tienda. Merry se pone a jugar blandiendo la espada.
- Anda a la herrería, corre. -replica Éowyn.

Merry va corriendo mientras sostiene su espada. Éomer está en una fogata con Gamelin frente a su tienda y ve a su hermana animar a Merry.
- Haces mal en animarlo -replica Éomer.
- Y tu haces mal en dudar de él. -contesta Éowyn.
- No dudo de su corazón.. solo del alcance de su brazo. -responde Éomer con gracia. 
- ¿Por qué Merry tendría que quedarse atrás? -pregunta Éowyn- Tiene tanta causa para pelear como tú. ¿Por qué no puede luchar por los que ama?
Éowyn se da media vuelta para irse, justo por el lado donde se encontraba Marah. Cuando es retenida por su hermano.
- Sabes tan poco de la guerra como ese hobbit. -le dice Éomer- Cuando el miedo se apodere de él... y la sangre, los gritos y el horror de la batalla lo sacudan...., ¿crees que se quedará a pelear? Huirá. Y con toda la razón. La guerra es dominio de los hombres, Éowyn.
Éomer la deja y regresa con Gamelin.

Éowyn se da la vuelta y ve que a pocos pasos se encontraba Marah, quien había escuchado la conversación de ambos.
- Éomer no entiende la fuerza de tu corazón, porque no sabe de donde procede... -replica Marah sin mirarla.
- ¿A que te refieres? -pregunta con suma curiosidad Éowyn mientras se sienta delante de ella.
- Tienes sangre amazona Éowyn... -responde Marah.
- No es cierto.... no puede ser... -contesta Éowyn- ... mi familia es de grandes señores... no de... de....
Éowyn se calla al darse cuenta que podría ofender a Marah.
- ... de mujeres salvajes, que solo buscan a los hombres de tu reino para divertirse con ellos y procrear? -le dice Marah.
- .. Marah .. yo.. -responde Éowyn tratándose de disculpar.
- Déjame decirte que las amazonas no son lo que piensan ustedes. -interrumpe Marah con calma- nosotras luchamos por una causa.... la libertad .... aunque para muchos la palabra libertad tenga diferentes significados...
- No quise decir eso..... -replica Éowyn disculpándose.
- Está bien Éowyn, no te preocupes...  -responde Marah sonriendo- Sé que no es tu intención ofenderme.
- ¿Por qué me dices que tengo parte amazona? -pregunta con inquietud Éowyn.
- Tienes una gran fortaleza Éowyn... -replica Marah- Tienes la habilidad de manejar la espada como una guerrera y cabalgas como una amazona... hay cosas que no se aprenden .. sino que uno nace con ellas.
Marah se levanta y es seguida por Éowyn hasta el pie del acantilado. La brisa toca sus rostros mientras Marah continúa.
- Tu abuela Morwen de Lossanarch antes era Morgan... -replica Marah- Segunda capitana al mando del ejército amazona.
- ¿Pero como? -pregunta Éowyn- Mi madre me contó que mi abuelo conoció a mi abuela en Gondor.
- Y así fue... -responde Marah- Cuando Morgan se enteró que su padre vivía en Lossanarch, un valle al sur de las montañas Blancas cerca de Minas Tirith, quiso ir a conocerlo y decirle que ella era su hija. Eso implicaba que tenía que hacerlo a escondidas sin que se entere la reina y la tribu. Morgan le confió eso a su mejor amiga y ambas fueron disfrazadas hasta Gondor para no ser reconocidas. Una vez en Lossanarch conoció a su padre y éste inmediatamente la reconoció, por el gran parecido que tenía a su madre y como has de saber que a las amazonas se les tiene prohibido enamorarse, la madre de Morgan lo dejó... y bueno esa es otra historia... La cuestión es que él las acogió a ambas en su casa. Un buen día fueron los tres a Gondor para visitar al Senescal Turgon y ahí Morgan conoció a Thengel tu abuelo, quien servía en las fuerzas de Gondor. Pero ella no le dijo que se llamaba Morgan, sino Morwen y ambos se enamoraron. (Marah se sienta en una gran roca cerca al acantilado y Éowyn hace lo suyo al lado de Marah) Así que Morgan decidió quedarse. Y se casó con Thengel y vivieron en Lossanarch junto a su padre. La reina nunca supo que Morgan se había fugado pues su mejor amiga le tuvo que decir que murió en una emboscada de orcos. Morgan.. o mejor dicho Morwen tuvo cinco hijos. Entre ellos a tu tío Théoden y tu madre Théodwyn. Y cuando muere Fengel, tu bisabuelo, el pueblo de Rohan reclamó a tu abuelo como Rey. Así que tuvieron que regresar a Edoras. Morwen a parte de haber sido una gran esposa y una gran madre... fue una gran guerrera y los Rohirrim la llamaban Resplandor del Acero por su habilidad con la espada. Nadie sabía la procedencia de Morwen, pues su padre siempre la ocultó bien para que no la despreciaran. Pero como su belleza tanto interior como exterior cautivaba a muchos, nadie indagó sobre su procedencia. Su mejor amiga siempre vino a visitarla. Cuando nació tu madre, se parecía mucho a ella, excepto por el cabello que era igual al de tu abuelo. Tu madre tenía el carácter mas pasivo y nunca quiso saber nada de guerras ni espadas ni nada por el estilo, pero se casó con tu padre Eomund quien era el Primer Mariscal de la Marca, todo un gran guerrero y un gran hombre. Nacen ustedes dos y bueno lo demás ya la conoces....
Éowyn baja la cabeza asombrada por todo lo que le había contado Marah.
- ¿Y como es que tu sabes todo esto? -pregunta con inquietud Éowyn- ¿Quien te lo contó??
- Nadie me lo contó.... -responde Marah mirando al horizonte- Morgan fue mi mejor amiga y mi segunda capitana al mando del ejército amazona.
- Tu conociste a mi abuela... Aragorn conoció a mi abuelo.... -dice Éowyn recordando la conversación con Aragorn- ¡Tu también eres una Dunedain como Aragorn! (levantándose sorprendida) .... ¡Pero tu no luces mayor que yo, sino todo lo contrario!
- Soy una valquiria. -responde Marah mirando a Éowyn- Mi madre era una guerrera valquiria del reino amazona y a mi padre lo conociste cuando los elfos se lo llevaban hacia Lórien.
- Entonces tu padre era Haldir de Lórien.... -replica Éowyn- (acercándose a Marah) ...  lamento mucho su muerte... tu padre nos ayudó mucho en Cuernavilla...
- Esta bien.... -responde Marah con una ligera sonrisa- ... pero ahora ya sabes de donde proviene toda esa fortaleza que llevas en tu interior .... tienes mucho porqué luchar Éowyn... está en tu sangre ....
- Hay tantas cosas que me has aclarado Marah.. -contesta Éowyn- ... gracias .... 
- Por nada.... -responde Marah- Ahora anda y descansa.... mañana será un día muy pesado.
Éowyn sonríe, se da la vuelta y se retira a su tienda. Marah se queda y mira hacia el horizonte en dirección a las Montañas Blancas, respira profundamente, se levanta y se dirige a su tienda a descansar.

Antes de amanecer un centinela se encuentra vigilando cuando ve a lo lejos un gran grupo de hombres armados, vestidos con oscuros mantos grises, a la cabeza de ellos se distinguían tres quienes venían encapuchados. El vigía da la voz de alerta y los Rohirrim los cercan y los llevan ante la presencia del Rey Théoden.
Aragorn se encontraba descansando en su carpa y tuvo un sueño muy raro. Soñaba con Arwen a quien la veía desfallecer y de repente se le caía en sus sueños la estrella de la tarde y se rompía. Él se despierta asustado y en ese momento ingresa un rohir y le dice que el rey Théoden lo espera en su carpa. Aragorn va hacia la carpa de Théoden, y cuando ingresa lo encuentra al Rey y a un personaje encapuchado. Théoden hace una venia y se retira dejando a Aragorn con el visitante. Él se levanta y se descubre. Era Elrond de Rivendel, Aragorn se sorprende al verlo y ambos se enfrascan en una conversación que decidirá el rumbo de la batalla.

En la carpa de Marah, ella se encuentra descansando, pero no duerme. En eso Legolas se asoma a la entrada.
- ¡Marah! -exclama Legolas entusiasmado- ¡Tienes que venir ahora!
- ¿Qué pasa? -pregunta extrañada Marah incorporándose.
- Es mejor que salgas... -responde Legolas con una sonrisa y sale.
Marah salta de su cama y sale detrás de Legolas y frente a ella se encuentra una tropa de montaraces con mantos grises y delante de ellos dos encapuchados junto a Legolas. Marah los mira con extrañeza. Ambos se descubren y eran Elladan y Elrohir. Marah los abraza con alegría y ellos le corresponden.
- ¡Amigos míos!! -exclama Marah- ¿Pero que hacen acá?
- Venimos a buscar a Aragorn. -responde Elladan.
- Pero él en estos momentos se encuentra con nuestro padre, -interrumpe Elrohir- quien le ha traído a Andúril la Llama del Oeste, que fue forjada por nosotros de los pedazos de Narsil.
- ¿Y ellos? -pregunta Marah dirigiéndose a la tropa que acompañaba a los gemelos.
Entre ellos se adelanta un montaraz quien parecía ser su jefe y se dirige a Marah.
- Mi nombre es Halbarad y somos montaraces del norte que hemos venido a luchar al lado de mi primo Aragorn. -responde Halbarad.
- Mae govannen.... Halbarad. -responde Marah con una venia.
Marah siente una gran alegría al ver que va llegando más apoyo. En ese momento se acerca Gimli y Legolas le pone al tanto de la llegada de la tropa de montaraces.

Por otro lado Aragorn sale de la carpa de Théoden, se dirige a su carpa y se alista para partir. Saca sus cosas por detrás de su carpa, ensilla a su caballo y guarda sus armas, mientras cree que nadie lo observa, se acerca por detrás Éowyn quien lo vio salir de la tienda de su tío y lo había seguido.
- ¿Por qué haces esto? -le pregunta Éowyn- La guerra espera en el Este. No puedes irte antes de la batalla. No abandones a los hombres.
- Éowyn..... -responde Aragorn mientras continúa alistando a Brego.
- Te necesitamos Aragorn... -le dice Éowyn.
- ¿Por qué has venido? -le pregunta Aragorn mientras la mira fijamente a los ojos.
- ¿No lo sabes? -responde Éowyn mientras sus ojos brillan dulcemente.
- Estás enamorada de una sombra y una ilusión. -responde Aragorn con un halo de lástima- Yo no te puedo dar lo que buscas.
Éowyn al escuchar eso del hombre que ama, retrocede mientras se le llenan de lágrimas los ojos. Aragorn la mira con pena y se le acerca.
- He deseado tu dicha desde el día en que te vi. -le dice Aragorn.
Éowyn se queda paralizada mirándolo y Aragorn se acerca, le acaricia el rostro y se va, dejando a Éowyn con el corazón destrozado, mientras gruesas lágrimas salen de sus bellos ojos.

Aragorn sale con Brego por detrás de las carpas y se topa con Gimli.
- ¿Se puede saber qué te propones? -pregunta Gimli.
- No esta vez. -responde Aragorn- Ahora debes quedarte, Gimli.
- Entonces tendrás que decirnos a nosotros que nos quedemos también.. -le dice Halbarad apareciendo por detrás de Aragorn.
Aragorn voltea sorprendido al ver a su primo, y detrás de él aparecen Marah, Legolas, Gimli, Elladan y Elrohir, listos y preparados para partir.
-¡Halbarad! -exclama Aragorn y ambos se abrazan- ¡Amigos míos! (dirigiéndose a los gemelos)
Halbarad traía un mensaje de Arwen y un regalo para Aragorn: un magnífico estandarte hecho por ella, con un Árbol Blanco, siete gemas y una corona forjada en oro y mithril
- Traigo un mensaje de tu adorada Arwen... -le dice Halbarad- “Cortos son ahora los días. O nuestras esperanzas se cumplirán, o será el fin de toda esperanza. ¡Adiós, Piedra de Elfo!”
Aragorn al escuchar aquello, siente que un gran poder crece en su interior como si aquel mensaje lo llenara de fuerzas. En eso Marah se adelanta hacia Aragorn.
- Elrond te ha dado instrucciones que seguir ¿verdad? –le dice Marah mientras ve la Anduril colgar del cinto de Aragorn.
- Así es Marah.. es muy peligroso... si no quieres arriesgarte no vengas... –responde Aragorn.
- ¿Hasta cuando van a entender que nada me hará retroceder? –pregunta Marah un tanto curiosa.
- Disculpa Marah.... tal vez no quiero que te hagan daño... –contesta Aragorn.
- No te preocupes por mí Aragorn... –responde Marah- Por quien tendrá Sauron el Ojo bien puesto será sobre ti.
En eso Gimli se acerca a ambos.
- Bueno muchachos creo que ya nos tenemos que ir ¿no? –interrumpe Gimli.
Aragorn y Marah asienten y suben a sus caballo, los demás montan y se dirigen hacia la entrada de la Montaña. Halbarad deja al mando a uno de los montaraces para que los demás se queden apoyando a Théoden mientras él y lo que quedaba de la Comunidad se iban con Aragorn al sendero de los muertos. Cuando uno de los rohir se da cuenta de ellos y avisan a Gamelin.
- ¿Donde van? -exclama uno de los rohir.
- ¡Señor Aragorn! -exclama Gamelin.
Pero Aragorn y la Compañía Gris conformada por Marah, Elladan, Legolas, Elrohir, Gimli y Halbarad continúan alejándose en dirección hacia la entrada de la Montaña, por donde uno a uno van desapareciendo.
- ¿Por qué se van justo antes de la batalla? -pregunta preocupado un rohir.
- Se van porque no hay esperanza. -responde Gamelin mientras ve a la Compañía Gris alejarse.
- Se van porque tienen que hacerlo.... -interrumpe Théoden saliendo entre los soldados.
- Pero somos muy pocos. -responde un rohir- Así no podremos derrotar a Mordor.
- Tienes razón, no podremos.... -contesta Théoden- ... Pero igual nos enfrentaremos en batalla, con lo que tengamos.