La última integrante

IX

Navegan a través del Anduín y pasan por las riberas llenas de árboles, cuando de repente Marah y Legolas se miran como extrañados, sienten algo, es un mal que está cerca de ellos, se vuelven y tratan de observar a los costados de la ribera del río, pero no llegan a distinguir nada, pues ellos presienten el mal mejor que nadie. La Comunidad continúa el viaje a través del Anduin hasta que se hace de noche. Encuentran una pequeña isla y se detienen a descansar. Todos desembarcan y tratan de ocultar las barcas. Merry y Pippin se acuestan en las rocas junto con Gimli, Marah se acuesta dentro del bote, y Legolas se queda aún despierto, mirando a las estrellas mientras su mente aún está tratando de asimilar lo acontecido en Lothlórien.

Marah aún en el bote siente la misma presencia de la criatura que vio en Moria, pero no le preocupa mucho. A quien sí, era a Boromir quien se da cuenta de algo en el río y observa tras una gran roca, mira preocupado a un tronco flotando en el río y ve pequeñas manos que lo agarran, y la parte alta de una cabeza que es ligeramente visible por encima del borde del tronco donde unos ojos relucen suavemente. Aragorn también se da cuenta de la presencia de Gollum. Boromir le indica que si alerta al enemigo de su paradero, la travesía será mucho más peligrosa.
Frodo los oye preocupado y Sam se acerca a Frodo para ofrecerle algo de comida pero Frodo lo rechaza excusándose que no tiene hambre y que está bien, pero Sam insiste diciéndole que le prometió a Gandalf que lo iba a cuidar y eso era lo que iba a hacer.
Legolas escucha lo que le dice Sam a Frodo y recuerda la promesa que le hizo a Haldir en Lorien. Voltea y ve el bote donde está acostada Marah, trata de levantarse e ir donde ella, pero inmediatamente se retracta y procede a descansar.
Boromir trata de insistir a Aragorn para ir a Minas Tirith con su gente y que desde allí se podrán reagrupar y asaltar Mordor desde una posición de fuerza. Pero Aragorn no accede. Boromir se indigna
- Confiaste en seguida en los elfos. -le replica Boromir señalando a Legolas- ¿Tan poca fe tienes en tu propio pueblo? Sí, hay debilidad, hay fragilidad, pero aún queda coraje y honor en los hombres... Pero tú no lo ves!!
Aragorn no quiere escuchar más y se da la vuelta, pero Boromir lo sujeta del brazo.
- ¡Tienes miedo! -dice Boromir con un tono subido de voz- Te has pasado la vida oculto en las sombras, asustado de quien eres, ¡de lo que eres!
Aragorn insiste en no acerca el Anillo a Gondor, Boromir cansado, se da la vuelta y se aleja de Aragorn, éste a su vez se aleja por su lado. Marah escucha toda la discusión, se incorpora a ver a Boromir y tiene un vago presentimiento, intenta no hacer caso y se retrae a descansar.

A la mañana siguiente, la Comunidad procede a desembarcar y salen al Anduin y pasan por un cañón en el cual se asombran al ven dos majestuosas estatuas gigantescas, esculpidas en roca a cada lado del Anduin, dos grandes canteras conforman el lateral de las colinas donde una vez se extrajeron rocas para su construcción. Sus brazos izquierdos están tendidos hacia adelante y sus palmas indican un gesto de peligro. Solemnes y austeras son sus caras, silenciosos guardianes de un reino en decadencia. La Comunidad pasa las estatuas navegando hasta una gran cascada. A cada lado de la cascada el terreno asciende en dos colinas coronadas por ruinas. Mientras desembarcan en una playa, Boromir parece preocupado y parece estar luchando con un conflicto en su interior, Frodo lo mira y parece perturbado. Sam, Merry y Pippin bajan las cosas y ayudan a Marah a acampar, quien mira de rato en rato un tanto sospechosa a Boromir.
- Cruzaremos el lago al anochecer. -indica Aragorn- Esconderemos los botes y seguiremos a pie. Iremos a Mordor por el norte.
- ¡Oh sí! Muy fácil. -replica Gimli- Basta con encontrar el modo de atravesar Emyn Muil, un infranqueable laberinto de rocas afiladas como cuchillas. Y después de eso, el camino es aún mejor, una infectada y apestada ciénaga, cuyo final, la vista no logra alcanzar.
Merry y Pippin se asustan al oír lo dicho por Gimli.
- No quedaría de otra, pues no podemos pasar por Gondor -interrumpe Marah- Sería peligroso.
- Marah tiene razón. -dice Aragorn- Así que sugiero que descanses y recuperes fuerzas, señor Enano.
- Que recupere... brrr -replica indignado Gimli- Que recupere fuerzas... No, los enanos no necesitan recuperar fuerzas!! 
Marah da vuelta a continuar con acampar, pero en ese momento siente que algo malo recorre cerca de ellos, y mira preocupada el bosque, y ve a Legolas que regresa luego de haber ingresado unos pasos dentro del bosque de pinos y se acerca Aragorn.
- Hay que partir ahora. -precisa Legolas. 
- No. -responde Aragorn- Los orcos patrullan la orilla este. Esperaremos el cobijo de la oscuridad.
- No es la orilla este lo que me preocupa... -responde Legolas- Una sombra y una amenaza han crecido en mi mente. Se avecina algo, puedo sentirlo....
Merry regresa con un atado de troncos para la leña y se da cuenta que Frodo no está.
- ¿Dónde está Frodo? -pregunta con ingenuidad Merry.
Todos mirar al alrededor y de repente Aragorn se da cuenta que Boromir también ha desaparecido.
- ¿Y Boromir? -pregunta Aragorn.
- Dijo que iría .... por leña .... -responde Marah mientras mira extrañada el atado de leña que trajo Merry.
- Hay algo que no está bien -dice Aragorn- Hay que encontrarlos.

Todos salen en busca de Frodo y Boromir. Aragorn y Marah corren por un mismo lado en eso ven de lejos a Frodo. Marah quien no tenía confianza con el hobbit se queda atrás. Aragorn se acerca a Frodo, pero él se aleja de Aragorn. Aragorn se sorprende al ver la palidez del rostro de Frodo. Aragorn se acerca lentamente y Frodo le dice que el Anillo se poseyó de Boromir, mientras se aleja de él. Aragorn le pregunta por el Anillo, a lo que Frodo lo aleja pero Aragorn se acerca y lo hace recordar su juramento de protegerlo. Frodo le muestra el Anillo en la palma de su mano y le pregunta si él lo destruiría. Aragorn escucha la voz del Anillo quien lo llama y trata de seducirlo, pero Aragorn se resiste y se acerca a Frodo, se arrodilla y con las dos manos, Aragorn cierra la mano de Frodo sobre el Anillo y lo lleva sobre el pecho del hobbit, rechazado la tentación.

Marah quien había observado toda la escena, tiene un mal presentimiento y se voltea instintivamente y a lo lejos ve llegar aun gran grupo de uruk-hai que iban en dirección hacia donde estaban ellos. En ese momento Aragorn ve brillar a Dardo la espada de Frodo y se levanta de repente desenvainando su espada y ve a Marah de espaldas con sus cuchillos desenvainados mirando hacia delante. Y manda a Frodo que se aleje. Frodo sale corriendo del lugar. Aragorn se coloca al lado de Marah y ellos los atacan. Ambos continúan luchando y entonces aparecen Legolas y Gimli desde la parte de atrás de las ruinas. Legolas dispara a varios uruk-hai rápidamente con su arco; Marah mientras con sus cuchillas va arremetiendo contra los uruk-hai; Gimli lanza su hacha continuamente mientras va cercenando y matando a su vez. Con un suave movimiento, Legolas va disparando y clavando sus flechas en los uruk, Gimli por su parte usa su hacha, Marah usa sus cuchillos y Aragorn continúa atravesando uruks con su espada.

Merry y Pippin corren por un viejo puente de piedra. Cuando llegan al final se paran y ven a los uruk-hai corriendo hacia ellos, los Uruks los cercan, tanto por delante como por detrás. En eso un Uruk corre hacia ellos alzando su hacha, pero de repente Boromir llega a la carga, golpea al uruk en la espalda y lo mata con su propia hacha. Y empieza a atacar a los demás uruk que se le atraviesen. Entonces ve que llegan demasiados uruk y resopla el cuerno que lleva en su cintura.

Continúa la lucha en eso escuchan el cuerno de Boromir.
- ¡El cuerno de Gondor! -replica Legolas sorprendido.
- ¡Boromir! -dice preocupado Aragorn.
En ese momento Marah se detiene y una imagen cruza por su mente, ve que una flecha atraviesa a Boromir y ella se asusta. Aragorn la ve en ese estado e intenta reanimarla.
- ¿Marah?.. –pregunta extrañado Aragorn.
- Hay que apurarse..!! –exclama Marah mientras corre seguida por Gimli.
Los cuatro corren colina abajo hacia el sonido pero los uruks están entre ellos y Boromir. Entonces aparecen más uruks Marah insiste en que Aragorn se adelante mientras los tres contienen a los uruks, Aragorn aprovecha y corre en ayuda de Boromir.

Boromir sopla el Cuerno de nuevo, en eso los Uruks atacan nuevamente a Boromir, quien se defiende y sigue matando mas uruks, Merry y Pippin se cargan a algunos entre ellos. De repente el líder de los Uruk-Hai aparece por la parte alta de la colina y apunta con su arco a Boromir, y dispara y le llega a dar en el hombro derecho. Boromir se echa atrás por el impacto. Merry se detiene a medio lanzar una piedra mientras Boromir cae delante de una estatua. Los hobbits lo miran conmocionados. Boromir empieza a respirar con dificultad. Los Uruks se acercan y Boromir da un grito de guerra, se alza y clava su espada en otro que cae. El jefe de los Uruk gruñe y baja la pendiente, levanta su arco y dispara de nuevo mientras Boromir se gira para mirarlo. Una flecha negra alcanza el estómago de Boromir, cae de rodillas de nuevo, jadeando. Merry y Pippin todavía están conmocionados con las piedras en la mano. Boromir los mira a los ojos, pero contra la muerte no pueden hacer nada. Haciendo honor a su deseo de luchar por ellos, Boromir usa de nuevo su espada contra otro Uruk que cae hacia atrás. Lurtz le dispara una vez más en el pecho. Boromir cae sobre sus rodillas y allí permanece, parpadeando un poco. El cuerno que tenía se parte en dos. Merry y Pippin lo miran y con todo el coraje que les queda recogen sus espadas y atacan a los Uruk Hai. Pero no llegan a tener oportunidad de golpearlos, pues los Uruk-Hai los alzan y se los llevan. Merry y Pippin tratan de zafarse pero no pueden y mientras gritan, las tropas uruks se alejan de Boromir. Las tropas pasan por delante de él que sigue arrodillado, sufriendo, como si no existiese.

Lurtz, ahora sólo, se para delante de su enemigo. Boromir traga saliva y lo mira. El jefe uruk gruñe y tensa el arco preparado para darle el toque de gracia. Es entonces cuando Aragorn choca con él y la flecha es disparada hacia otro lado. Lurtz y Aragorn luchan. Aragorn pierde la espada y es lanzado al suelo; Aragorn coge la daga que le dio Celeborn y lo clava en la pierna del capitán; éste grita de dolor y se lo saca chupando la sangre y se lo tira a Aragorn quien la esquiva gracias a su espada. Aragorn se acerca al Uruk luchando rápidamente con su espada, le corta el brazo derecho y clava su espada en el pecho. El capitán se introduce más la espada mientras gruñe desafiante. Aragorn hace una mueca y saca la espada, la lleva atrás y lo decapita. El resto de su cuerpo cae al suelo.

Aragorn respira tranquilo al ver a Lurtz muerto y entonces corre hacia Boromir, quien está tirado y moribundo al lado de un arbol con tres flechas clavadas en su cuerpo. Boromir le dice que los uruks se llevaron a Merry y a Pippin y pregunta por Frodo.
- Dejé que se fuera. -responde Aragorn.
- Hiciste lo que yo no pude hacer. -dice jadeante Boromir- Intenté arrebatarle el Anillo.
- El Anillo ya está fuera de nuestro alcance. -responde Aragorn.
- Perdóname. No lo vi venir... Les he fallado a todos. -replica Boromir con dificultad.
- No, Boromir. Has luchado con valentía. Has conservado tu honor. -le dice Aragorn.
- Es el fin. El mundo de los Hombres se deshace. -delira Boromir- Sucumbirá a la oscuridad, y mi ciudad se irá a la destrucción.
- No sé qué fuerza tenga yo en mis venas, pero te juro que no permitiré que caiga la Ciudad Blanca; ni nuestro pueblo tampoco. -responde decidido Aragorn.
- Nuestro pueblo... Nuestro pueblo...  -repite Boromir mientras Aragorn lo ayuda a coger su espada y la pone en su pecho - Yo te habría seguido, mi hermano. Mi Capitán. Mi Rey...
Y Boromir muere. Aragorn lleva su mano a su frente y después a sus labios en señal de respeto.
- Ve en paz, hijo de Gondor. -dice Aragorn mientras besa a Boromir en la frente.

Marah llega donde está Aragorn junto a Legolas y Gimli y ven lo acontecido, Legolas mira triste a Aragorn y Boromir. Gimli agacha su cabeza y se gira. Marah mira a Boromir caído e intenta acercarse.
- No... Boromir... -dice Marah con un sollozo.
Legolas la coge del brazo y evita que se acerque.
- Has visto demasiada muerte Marah. -le dice Legolas.
- Y creo que continuaré viéndola... –responde Marah mientras una lágrima corre por su rostro.
Aragorn se levanta. Boromir yace en el suelo; pálido, con flechas saliendo de su cuerpo. Boromir se ha ido a su última morada. La niebla y la luz brillan a través del bosque como una visión, como un lejano tapiz.
- Esperarán su llegada desde la Torre Blanca. -dice con un lamento Aragorn- Pero él nunca regresará.
Alza su cabeza y una lágrima brilla a lo largo de su mejilla. Sus ojos parecen distantes. Por un momento aparece con la dignidad de un Rey.