La última integrante

XVII

En el Abismo de Helm los soldados se van ubicando en sus posiciones. Aragorn se encuentra sentado fuera de la armería mientras se calma de la discusión que tuvo con Legolas. En eso ve a un jovencito que agarra su espada con cierto temor. Aragorn lo ayuda y descubre que era el hijo de Háma. Luego de un buen rato afuera viendo como se van preparando para la guerra regresa a la armería y encuentra a Marah y a Gimli alistándose. Él se prepara colocándose una cota de malla y alistando sus armas. En eso se le acerca Legolas y le pide perdón por lo actuado. Aragorn lo perdona tranquilamente mientras sonríe.
Marah ve con gusto que ambos amigos no guardan ningún tipo de enojo. Y en eso se escucha el resoplido de un cuerno en las fueras de la fortaleza. Todos se quedan asombrados.
- Ese no es un cuerno orco. -advierte Legolas.
- ¡No puede ser!! -exclama Marah y sale corriendo de ahí.

En las afueras, los rohir avisan al Rey de la llegada de los nuevos visitantes y abren el portón. Una numerosa tropa de elfos ingresa hacia el interior de la fortaleza. Los hombres al verlos llegar, sienten una gran esperanza en sus corazones. Théoden baja por las escaleras y recibe a los elfos comandados por Haldir de Lórien. Théoden no puede creer que los elfos hayan venido a ayudarlos.
- ¿Cómo es posible? -pregunta con asombro Théoden.
- Traigo un mensaje de Elrond de Rivendel. Una vez existió una alianza entre elfos y hombres. En el pasado luchábamos y moríamos juntos. Venimos a hacer honor a esa Alianza.

En ese momento Marah baja corriendo las escaleras seguida por Aragorn, mas atrás llegan Legolas y Gimli. A Haldir se le ilumina el rostro al ver con vida a su hija. Marah corre y se lanza a los brazos de su padre.
- Mae govannen, ada. -exclama Marah mientras abraza a Haldir.
Aragorn los mira con alegría y se acerca a Haldir.
- Haldir, eres más que bienvenido. -dice Aragorn mientras le da un abrazo a Haldir.
Legolas sorprendido se acerca a Haldir y se dan la mano.
- Hannon le, Legolas. -le dice Haldir mientras mira a Marah.
Legolas no dice nada solo baja la cabeza en señal de respeto. Haldir se dirige al rey.
- Es un orgullo volver a luchar junto a los hombres. -replica Haldir.

Théoden da la orden y todos se ubican en sus puestos de batalla. Haldir hace lo suyo con su gente. Marah va hacia la muralla para ubicarse con su padre y los demás. Pero Haldir no quiere que ella participe en la batalla.
- Primera vez que peleamos juntos padre. -replica Marah hacia su padre.
- No Marah, no quiero que estés acá. -responde Haldir preocupado- No quiero que te pase nada. Regresa al castillo  con los demás.
- Ú-ethelithon. (No voy a regresar) -responde Marah dureza- Me quedaré contigo padre y lucharé, soy una valquiria... una guerrera. (Luego cambia de actitud) No me pidas que me vaya de tu lado.....
- Se que eres una gran guerrera .... -responde Haldir con dulzura- Y conozco tu terquedad mejor que nadie mi pequeña Elanor... y veo que es imposible que te insista.... 
Marah se instala al lado de Haldir. Legolas y Gimli se instalan a su vez cerca de ellos. En ese momento ven que a lo lejos se acercan los uruk-hai con sus antorchas y bien armados. Aragorn llega y se coloca junto a Gimli, quien no puede ver mucho de lo que sucede por ser ... pequeño.
- Ojalá que la suerte que te mantiene vivo, dure hasta mañana. -replica Gimli hacia Aragorn.
- Tus amigos están contigo, Aragorn. -le dice Legolas.
- Ojalá que se mantengan vivos también hasta mañana. -vuelve a replicar Gimli.
Legolas y Aragorn lo miran con curiosidad y Aragorn se dirige hacia los elfos. De repente en plena noche se escuchan los truenos y comienza a llover a cántaros, mojando a elfos, hombres y uruk-hai por igual. Los oros se van acercando a grandes pasos hacia la fortaleza. Aragorn se dirige a Haldir y éste da instrucciones a su gente.
- A Eruchîn, ú-dano i faelas a hyn, an uben tanatha le faelas! (¡No muestren piedad alguna, porque no la recibirán!) -indica Haldir a sus elfos.

El jefe uruk se sitúa en una gran roca frente a la fortaleza y desde ahí comanda a sus huestes. Y hace que se detengan justo frente a frente a los hombres y elfos apostados en las murallas. Da una orden y los uruk comienzan a golpear sus lanzas contra el suelo, como si estuvieran calentándose para la batalla.

En ese momento los hombres y elfos se preparan y los apuntan. De repente un hombre anciano se le escapa una flecha matando de un golpe certero a un uruk que estaba en primera fila.
- ¡Dartho! (¡Quietos!) -exclama Aragorn.
Los uruk al ver a su compañero muerto, comienzan a rugir de furia, y el jefe uruk da la orden y todos corren hacia la fortaleza levantando sus lanzas hacia la muralla. El rey Théoden se encuentra en lo alto de la entrada del Castillo junto a Gamelin y a sus hombres contemplando todo.
- Y así empieza.... -exclama Théoden al ver que se disponen a atacar los uruk.

Los rohir y los elfos está listos para disparar. Aragorn da la orden y comienza la batalla. Los elfos disparan sus flechas junto con los rohir desde todos los lados de la fortaleza y van matando a los uruk que están en las primeras filas. De repente los uruk comienzan a sacar sus ballestas y empiezan a dispararles a los elfos y hombres que estaban en las murallas, matando a varios. Mientras van cubriéndose y disparando a su vez, Aragorn advierte que los uruk se disponen a colocar escaleras para subir por la muralla.
- ¡Pendraith! (¡Escalas!) -exclama Aragorn- ¡Saquen las espadas!

Los uruk llegan a colocar sus escaleras y van subiendo por la muralla. Los elfos reciben a los uruk mientras van despachándolos uno a uno, al igual que los rohir, pero éstos uruk son enormes y por consiguiente muy fuertes y consiguen penetrar varios por las murallas, Legolas y Gimli los enfrentan cuando van ingresando a la muralla. Marah a su vez con sus cuchillos va despachándose a cuanto se cruce por su camino. Haldir por su lado junto a su hija va haciendo lo suyo. Aragorn también va defendiendo su parte.

Por otro lado en el Bosque de Fangorn, Bárbol les dice a los hobbits los Ents no pueden detener esta guerra y que se deben adaptar a la situación, como siempre lo han hecho. Mery no puede creer lo que escucha e indignado les dice que ellos son parte de este mundo por lo tanto también son afectados. Los ents, se miran unos a otros sin saber que hacer. Bárbol se dirige a Merry y le dice que él ya no puede hacer nada y que es hora que se regrese a la Comarca.

Mientras al otro lado de las Montañas Blancas en el dominio amazona, las guerreras que están en las fronteras, un tanto despreocupadas dado que esperan el ataque luego de algunos días después, son atacadas ferozmente por los huargos. Los orcos desmontan sus huargos y se dispersan ayudados por la oscuridad de la noche, y van eliminando una a una de las amazonas que están ubicadas en la frontera.
Saria resopla el cuerno para saber como andan las cosas por las fronteras y no recibe respuesta alguna. Vuelve a soplar y nada. Saria se preocupa y sale a caballo junto a un gran grupo de guerreras para saber que ha pasado. Y cuando habían salido del templo y cabalgado un largo trecho hacia las fronteras, las embisten una gran hueste de huargos y comienza la batalla. Saria cabalga de regreso en dirección al templo para avisar a la reina y las demás guerreras. Las demás se quedan luchando ferozmente contra los lobos de Isengard, pero éstos las superan en mayoría y las van matando poco a poco, pues aquellos animales están acostumbrados a la oscuridad y pueden ver tranquilamente en ella. Saria llega al templo corre hacia la reina para advertirle del ataque.
- ¡Vlasta!! -grita Saria ingresando al templo- ¡Nos atacan!!
- ¿Pero como es posible? -pregunta Vlasta aterrorizada- Los uruk en este momento deben estar atacando recién Cuernavilla.
- Estos no son uruk Vlasta.... son unas criaturas horribles que vienen de Isengard, nunca antes los había visto en mi vida -responde Saria agitada.
- ¡Prepárense a luchar mis guerreras!! -grita Vlasta hacia su gente.
Y ambas salen a caballo junto a sus guerreras hacia las afueras del templo que han sido inundados por los huargos. Ellas luchan con fiereza y matan muchísimos huargos mientras desde los árboles las arqueras van disparando sus flechas, pero como los lobos pueden trepar los árboles, las llegan a alcanzar y darles muerte.

Saria continúa peleando junto a su reina y a Tharia y las demás guerreras, pero éstas cada vez son menos. De repente una lanza atraviesa a Vlasta en el pecho y la hace caer de su caballo. Saria corre en su ayuda pero es imposible, pues la encuentra tirada en el suelo sin vida. Saria regresa con su gente e indica que escapen y se oculten. Pero ellas, guerreras por naturaleza no hacen caso y continúan peleando, por sus vidas, su pueblo y su libertad. La batalla fue dura, ambos bandos se dieron casi por igual. Pero lamentablemente el enemigo era más numeroso y las amazonas cayeron bajo las lanzas de los orcos y los dientes de los huargos. Sólo las más astutas fueron heridas, y llegaron a refugiarse entre las rocas o hasta debajo de sus propias compañeras caídas. Saria cae por el golpe de un orco. Los huargos logran la victoria sobre las amazonas. Pero quedan muy pocos de ellos y mal heridos se regresan a Isengard, sin presagiar lo que los espera.

Mientras en el Abismo de Helm un gran grupo de uruk se cubren con sus escudos y van hacia la puerta de ingreso y entre ellos hay un gran tronco, con el cual intentan romper la puerta para ingresar por ahí. Aragorn se da cuenta de ellos y ordena a los elfos que disparen a los uruk para evitar que entre por el portón. Haldir y Marah se disponen a disparar hacia los uruk que se están acercando a la puerta.

De repente cuatro uruk corren trayendo consigo dos bolas de acero llenos de pólvora y los introducen en la alcantarilla debajo de la muralla y de repente sale entre ellos un gran uruk con una antorcha en la mano. Y de un salto consigue lanzarse contra los artefactos y éstos explotan destruyendo una parte de la muralla, matando a uruks, hombres y elfos que se encontraban cerca. Aragorn es lanzado por la explosión y cae al suelo semi inconsciente. Los uruk aprovechan la brecha y entran en tropel hacia el interior de la fortaleza. Al lado de la fortaleza en la puerta los uruk intentan derribar la puerta con el gran tronco, mientras por dentro los hombres tratan de evitarlo. Mientras por arriba del portón los niños van disparando flechas y arrojándoles grandes piedras. Los demás uruk van ingresando por la brecha y cerca de ellos en el suelo se encuentra Aragorn, quien es divisado por Gimli y se arroja contra ellos, Aragorn reacciona y por detrás de él vienen una tropa de elfos con hombres y disparan a los enemigos haciéndolos retroceder, pero éstos van llegando en mayor cantidad y continúan avanzando. Aragorn recuperado se lanza junto con los demás hacia los uruks y continúan peleando.

Por su lado Marah casi es alcanzada por una flecha de una ballesta la cual solo llega a rozar su hombro. Haldir da cuenta de ellos y mata al uruk cercenándole la cabeza. Legolas baja las escaleras hacia donde están sus amigos mientras va disparando a los enemigos. Los hombres y elfos luchan con fiereza antes los uruk.
Desde lo alto de la ciudadela el rey Théoden ve que los orcos van ganando en cantidad a su gente y ordena Aragorn que se replieguen a la ciudadela. Aragorn hace que su gente se repliegue hacia la ciudadela. Y busca a Haldir quien está peleando y debajo por las escaleras se encuentra Marah decapitando a un uruk.
- ¡Haldir!! ¡Na barad! ¡Na barad! (Haldir, a la ciudadela, a la ciudadela) -grita Aragorn.
Haldir asiente con la cabeza y ordena a su gente que se replieguen. Aragorn va donde Gimli y junto con dos rohir arrastran a Gimli quien se quiere quedar peleando. Haldir ve a su hija y le ordena que se retire con ellos.
- ¡Marah!! ¡Retrocede!! -grita Haldir- ¡Subee!!.

Marah afirma y se dispone a subir por donde esta su padre. Pero en ese momento un uruk aparece por detrás de ella y levanta su espada. Legolas que se encontraba detrás de ella le rebana el brazo del uruk. Marah se voltea, agradece con la mirada y corren hacia donde está Haldir, pero en ese momento un uruk que estaba en el suelo, se levanta y atraviesa a Haldir por el estómago, Haldir reacciona y mata al uruk, pero otro sale por detrás y le atraviesa por la espalda. Marah, Aragorn y Legolas ven aquello, y ella corre hacia su padre.
-¡Padreeeeee!! ¡Noooooooooo!! -grita Marah desesperada mientras corre en ayuda de Haldir.
Legolas la ve y en esos escasos segundos se da cuenta de todo el tiempo que estuvo pensando mal de ella y de Haldir, sin darse cuenta de la verdad, que él era su padre. Legolas siente una gran impotencia pero corre detrás de ella. Marah abraza a su padre que está en el suelo desangrándose, mientras Legolas los protege matando a los que se acercan.
- Padre no.... por favor no me dejes.... -suplica Marah en un mar de lágrimas.
- Te amo ...... mi dulce Marah... -responde Haldir moribundo.
- No ..... ada .... -solloza Marah.
- Se fuerte ...... hija mía.... -dice Haldir mientras pone en la mano de su hija su colgante élfico.
Aragorn se acerca al ver a Marah abrazando a Haldir, tendido en el suelo desangrándose y apoya a Legolas a protegerlos. Legolas se queda mudo ante tal escena y cae de rodillas frente a Marah, Haldir mira con agradecimiento a Legolas, luego mira a su hija con amor y muere.
- ¿Papá?.... -solloza Marah mientras lo tiene cogido de la mano- .... ¡Nooooooooo!! (grita Marah abrazando a su padre).
Aragorn ya no puede retener a los enemigos más tiempo.
- ¡Legolas saca a Marah de acá! -le grita Aragorn.
Legolas coge a Marah de los brazos y la separa de su padre. Ella en un arranque de rabia e impotencia, se suelta de Legolas y con toda su furia comienza a desahogarse matando sin piedad a los uruk que se encontraban cerca. Aragorn ve la desesperación de Marah y teme por ella.
- ¡Legolas! ¡Sácala, llévatela!! -grita Aragorn.
Legolas vuelve a coger a Marah y con ayuda de Aragorn se la llevan y la meten a la ciudadela donde ahí se encuentra Gimli.

En la puerta de ingreso se encuentra el Rey y su gente tratando de repeler a los uruk que están por derribar la puerta, hasta que hacen una brecha en la puerta y desde ahí disparan con sus ballestas hacia adentro, y lo mismo hacen los rohir disparando hacia fuera. Pero una lanza que es enviada desde afuera le llega a dar al Rey hiriéndolo. Gamelin lo ayuda a retirarse pero en se le aparece Aragorn con Gimli. El Rey les pide que los mantengan afuera sin atravesar mientras traen maderas para reforzar la puerta. Aragorn va con Gimli por una puerta secreta al otro lado y se lanzan hacia los uruk que están intentando abrir la puerta y los hacen retroceder. Aprovechando ese tiempo los rohir para apuntalar la puerta.

Théoden sube por los altos y ve a Aragorn y Gimli peleando con los uruk y ven que se van acercando más enemigos a atacarlos. Legolas también está en los altos de la ciudadela con Marah.
- ¿Estas bien? -pregunta Legolas con inquietud.
- ¡Hay que matar a esas malditas bestias..!! -responde con furia Marah mientras se dispone a disparar hacia los uruks que se van acercando a Aragorn y Gimli. Legolas por su parte les arroja una cuerda para que puedan salir de ahí.
Los uruk consiguen tomar la muralla con las escaleras donde bajan decenas de ellos. Al fin los uruk llegan a derribar la puerta y penetran la fortaleza. Théoden da la voz para que se retiren dentro de la ciudadela al castillo. Los rohir, hombres y elfos corren a refugiarse dentro del castillo.

Pasan las horas y en el bosque de Fangorn, Bárbol lleva a los dos hobbits hacia el sur tal como se lo pidió Pippin. Caminan un buen trecho cuando Bárbol se detiene pues frente a sus ojos un panorama terrible se presenta. Un gran campo de árboles talados y quemados. Bárbol se queda sorprendido y un sentimiento crece en él, pues muchos de esos árboles eran amigos suyos. En eso Bárbol mira fijamente la torre de Isengard con cólera. Y lanza un grito de rabia, el cual es escuchado hasta el sinfín de los bosques, y hace que despierten los árboles para tomar venganza.
- No hay maldición en élfico, éntico o en la lengua de los Hombres, para describir este horror.
En ese momento Pippin ve que al fondo hacia el sur de Fangorn se mueven los carboles haciendo alboroto. Merry le pregunta a Bárbol que hacia donde van eso árboles.
- A saldar cuentas con los orcos. -responde Bárbol, mientras por detrás de él salen una gran cantidad de ents- Y yo me las veré con Isengard ahora mismo, con roca y piedra. ¡Hurrarrum! Venid amigos. Los Ents irán a la guerra, aunque ello signifique nuestro final. La ultima marcha de los Ents.
Los Ents que van saliendo del bosque, se juntan con Bárbol y descienden con dirección hacia Isengard.