La última integrante

XIV

Llega el día y salen todos a retomar la jornada hacia el Abismo de Helm. Aragorn se reúne con Marah y ambos cabalgan juntos en silencio, cada uno absorto en sus pensamientos. Legolas y Gimli están por su lado. Éowyn se acerca a Aragorn a pie y descubre el colgante que lleva en el cuello.
- ¿Donde está? La mujer que te regaló esa joya. -pregunta con curiosidad Éowyn.
Aragorn la mira y en esos momentos su mente se llena de recuerdos en los cuales, está con Elrond quien le dice que deje que Arwen se vaya con su gente y tome el barco a Tierras Imperecederas donde su amor siempre permanecerá ya que si se queda morirá. Aragorn le explica que ella se queda porque aún tiene esperanza, pero Elrond le increpa que Arwen solo se queda por Aragorn. Y también recuerda el día que se formó la comunidad y se disponían a partir de Rivendel, justo antes de reunirse en la mañana él se escabullía sin que lo viera Arwen porque no quería despedirse, pero ella lo intercepta, el se intenta despedirse para nunca más volver pues teme que muera y ella ya no tenga nada que la ate ahí, y que lo de ellos era solo un sueño pues era imposible continuar por ser él un hombre y ella un elfo y le intenta regresarle el colgante que le regaló, pero ella no lo acepta y hace que se lo quede.
Éowyn, mira extrañada a Aragorn quien se encuentra sumido en sus recuerdos.
- Mi señor... -vuelve a preguntar Éowyn.
- Cruza las aguas hacia el occidente. -responde Aragorn reaccionando- Con el resto de su linaje.

Éowyn baja la cabeza y se va alejando poco a poco, pues se siente mal por haber tocado un tema tal vez no muy grato con Aragorn. Marah se acerca a Aragorn al verlo distante.
- Tienes suerte. -dice Marah interrumpiendo los pensamientos de Aragorn- Tu amas a alguien, quien por mas lejos que esté, siempre estará a tu lado... (En eso mira a Legolas y su voz comienza a decaer) Mientras, yo amo a alguien que está muy cerca de mí, pero siento que cada vez se aleja más y más....
- ¿Te refieres a...  -pregunta Aragorn mirando a su vez a Legolas.
En ese momento Marah tiene un mal presentimiento.
- Algo pasa.. -interrumpe Marah mirando hacia delante donde ve cabalgar rápidamente a Gamelin y Háma.
Y cabalga dejando a Aragorn con la palabra en la boca. Marah se aleja de los demás siguiendo a Háma y Gamelin.
- ¿Qué ocurre? -pregunta Gamelin- ¿Háma?
- No estoy seguro. -responde Háma.
Los dos miran hacia los costados. Pero desde lo alto se asoma un orco montado sobre un huargo y se abalanza sobre Háma quien cae del caballo y lo mata, Gamelin pelea con el orco y lo hace caer del huargo.

En ese momento llega Marah a caballo y se enfrenta al huargo. El orco y Gamelin luchan pero justo aparece Legolas y mata de un flechazo al orco.
- ¡Un rastreador! -advierte Legolas al ver al orco caído.
- ¡Entonces van a venir más! -advierte a su vez Marah- ¡Avisen al resto!
Aragorn llega y regresa a avisar a Théoden que los atacan los huargos. Théoden llama a sus jinetes para que le hagan frente. Gimli a su vez cabalga con el resto. Théoden manda a Éowyn que se lleva a la gente hacia el Abismo mientras ellos se enfrentan a los huargos, pero Éowyn quiere quedarse a luchar, cosa que es impedida por su tío. Ella acepta y se va llevándose a la gente.

Por el lado donde vino el rastreador, vienen una tropa de huargos y justo en lo alto de la colina se encontraba Legolas con Marah disparando a los huargos mientras van cayendo uno a uno. De repente detrás de ellos vienen los Rohirrim comandados por el Rey y los apoyan. Legolas hace una maniobra y de un salto se sube al caballo de Gimli.
Los huargos y sus jinetes se enfrentan a los Rohirrim en una lucha sin piedad. Gimli cae del caballo y se enfrenta cara a cara a un huargo. Aragorn por su parte cabalga mientras lucha con los otros orcos. Legolas sigue disparando flechas desde su caballo. Marah cabalga perseguida por un huargo que la hace caer del caballo. Legolas se da cuenta de ello y de un flechazo mata al huargo. Marah se levanta y ve que dos huargos atacan al Rey y ella coge una lanza del suelo y atraviesa al huargo, el otro huargo huye mientras Gamelin y Háma los atacan. Continúa la pelea, van cayendo a su vez hombres y orcos. Hasta que de repente Aragorn persigue a un orco montado en su huargo y de un salto se sube al huargo pero el orco lo golpea y éste se resbala pero se sujeta del cinto del animal pero es arrastrado. Aragorn lucha por subirse otra vez al animal pero el orco lo coge de cuello e intenta ahorcarlo, Aragorn saca su daga y se la clava en el hombro, y hace que el orco caiga de la montadura pero llega a jalar la estrella de Arwen que tenía Aragorn en el cuello, el orco cae sobre una espada y se le atraviesa por la espalda hasta sobresalir del pecho. Aragorn se queda atracado en la montura del huargo y este animal se lanza sobre el precipicio cayendo ambos por el acantilado.

Los pocos huargos y orcos que quedan, llegan a huir del lugar. Théoden reúnen a su gente para auxiliar a los heridos. En ese momento Legolas nota la ausencia de Aragorn en el grupo, pues solo ve a Marah auxiliando a un rohir caído y a Gimli asegurándose que los huargos estén bien muertos, y se pone a buscar a Aragorn entre los caídos. Marah y Gimli se dan cuenta también de la ausencia de Aragorn y también se ponen a buscarlo.

Legolas corre hacia el acantilado para visualizar mejor y en eso cerca de él escucha una risa que venía del orco que estaba peleando con Aragorn, quien estaba tendido en el suelo con la espada atravesada. Marah y Gimli se acercan y Gimli lo amenaza con su hacha.
- Dime qué ha pasado y te ahorraré sufrimiento. -le grita Gimli.
- Está muerto... -responde el orco-  Dio un ligero traspiés junto al acantilado.
- ¡Mientes...! -reclama Legolas cogiéndolo del cuello.
En ese momento el orco muere y Legolas nota en la mano del muerto, la estrella de la tarde que tenía Aragorn en el cuello. Marah se acerca y coge el colgante de la mano de Legolas. Marah cierra los ojos y entra en trance.
- Peleó con este orco. -repasa Marah- Fue arrastrado por el huargo mientras peleaba con éste, quien al tratar de ahorcarlo jaló la estrella de la tarde y cayó. Aragorn fue arrastrado por el huargo hasta caer por el precipicio.
Mientras decía eso se encontraba al limite del barranco, Legolas la tuvo que sostener para que no cayera
- Cayó en el río. -continúa Marah- Se golpeó..... está inconsciente .... (decía Marah mientras corría una lagrima por sus ojos) no siento su respiración.....
En ese momento cae de rodillas y reacciona.
- No puedo ver mas allá .... lo lamento -solloza Marah con la cabeza gacha- ... pero siento que no está muerto....
En ese momento se acerca Théoden.
- Tenemos que irnos pues los lobos de Isengard no tardarán en regresar y en mayor número. -dice Théoden mientras mira a Legolas- (dirigiéndose a Marah) Dejen a los muertos. Vámonos.
Legolas se traga su impotencia, y levanta a Marah, pero ella no acepta la caída de Aragorn.
- ¡No está muerto!! ¡No está muerto!! -grita Marah, mientras es sujetada por Legolas.
Legolas con ayuda de Gimli la calman. Ella sube a su caballo y se regresan con el grupo.

No lejos de ahí Éowyn, conduce a la gente hasta el Abismo de Helm. Ingresan y dentro de éste se encuentran soldados, niños, mujeres y ancianos refugiados. Éowyn da la orden de guardar las provisiones dentro de las cuevas.
En ese momento se escucha la llegada del Rey Théoden. Éowyn corre al encuentro de los recién llegados y con la vista recorre a los jinetes y no encuentra a Aragorn.
- Son pocos..... muy pocos han regresado. -dice Éowyn hacia su tío.
- Nuestro pueblo está a salvo, aunque lo hayamos pagado con muchas vidas. -responde lacónicamente Théoden.
De repente voltea y ve a Marah con la mirada perdida y los ojos humedecidos, mientras Legolas la ayuda a bajar de caballo. En eso Gimli se acerca a Éowyn.
- El caballero Aragorn. -dice con suma inquietud Éowyn-  ¿dónde está?
- Lo sentimos... -responde Gimli con tristeza- ... Cayó.
Éowyn siente que el mundo se le cae y busca respuestas en su tío, mientras los ojos se le llenan de lágrimas. Su tío solo le responde con una mirada de pena y se aleja con sus hombres hacia el interior de la fortaleza. 

Théoden da la orden de replegar las fuerzas tras los muros y tranquen el portón, mientras colocan vigías a los alrededores. Los niños y las mujeres son enviados a las cavernas a protegerse y esconderse junto a las provisiones. Théoden se siente seguro en su fortaleza, pues anteriormente ésta lo ha salvado en otras oportunidades. Pero no sabe que Saruman tiene un plan que no se lo espera.