La última integrante

25 de Enero de 2006, a las 19:28 - Marah
Relatos Tolkien - Relatos basados en la obra de Tolkien, de fantasía y poesías :: [enlace]Meneame

VI

Al día siguiente en la mañana, Marah, entrega su caballo a Saria y se reúne junto a los demás miembros de la Comunidad del Anillo, que se encuentran en la entrada de Rivendel, ahí también se encuentran los acompañantes de cada raza que estuvieron en el concilio para despedir a sus representantes y Elrond los despide para que comiencen con su misión.
- El Portador del Anillo se dispone a partir para el Monte del Destino. -les dice Elrond- A los que viajarán con él, ni juramento ni atadura obliga a ir más allá de vuestra voluntad y vuestros corazones. Hasta siempre, amigos, cumplan vuestro propósito. Y que todas las bendiciones de los Elfos, Hombres, Valquirias y los Pueblos Libres, los acompañen.
Los miembros de la Comunidad del Anillo se despiden de sus compañeros de raza y de los elfos y se alistan para partir hacia Mordor. Elladan y Elrohir se despiden personalmente de Marah y le desean mucha suerte. Aragorn por su parte todavía no se ha movido, gira su cabeza hacia Arwen, se miran a los ojos y el rostro de Arwen muestra aflicción; Aragorn sonríe débilmente tratando de disfrazar el dolor de la partida, y hace una ligera reverencia con la cabeza hacia su amada y sale detrás de los demás.

Al fin parten de Rivendel conforme los rayos de luz inundan el valle. Viajan a través de bosques, planicies y colinas. Hacen una pausa en la parte alta de una colina para descansar y comer un rato.
Sam cocina y sirve a los demás acompañado de Frodo. Mientras Gandalf, Marah y Gimli se encuentran comiendo y conversando sobre la dirección que deben tomar. Legolas por su parte se encuentra de vigía.
- Debemos mantener este rumbo al Oeste de las Montañas Nubladas durante cuarenta días. -indica Gandalf- Con suerte, el paso de Rohan aún estará abierto para nosotros. Allí nuestro camino tornará al Este, hacia Mordor.
- No cree que el paso de Rohan nos lleve muy cerca de Isengard? -le pregunta Marah.
Legolas escucha la conversación mirando de soslayo a Marah, quien se da cuenta y cuando voltea a mirarlo, Legolas sube a una roca y regresa a su posición de vigía.
- Si a alguien le interesa mi opinión, -interrumpe Gimli- y ya veo que no, diría que estamos dando un rodeo. Gandalf, podríamos atravesar las minas de Moria. ¡Mi primo Balin nos daría una bienvenida de Reyes!
- No, Gimli. -responde Gandalf- No tomaré el camino de Moria a no ser que no haya elección.
Marah mira a Gandalf como si le tratara de preguntar si aquello a lo teme aún sigue ahí.
Mientras Boromir entrena a Merry y Pippin en el arte de la lucha con espada, Aragorn los mira y se ríe con ellos y los anima.
En eso se dan cuenta que a lo lejos una nube muy extraña se mueve veloz y en contra del viento. Legolas con su vista penetrante de elfo repara en lo que se avecina.
- ¡Son Crebains de las Tierras Brunas! -exclama Legolas.
- ¡Escóndanse! -grita Aragorn dando la voz de alerta.
Todos se esconden tras las rocas y bajo los arbustos. Marah coge del cuello a Pippin y lo mete en un arbusto. Esperan y ven que una bandada de pájaros negros pasa sobre ellos, graznando fuertemente. Rodean la colina y vuelven hacia el Sur. Salen todos de sus escondites y Gandalf se preocupa y les dice mientras mira una gran montaña nevada que está al fondo.
- Eran los espías de Saruman. El paso del sur está vigilado. Tendremos que tomar el paso de Caradhras.

La Comunidad sube por las pendientes nevadas del Caradhras. Marah va adelante junto a Gandalf,  detrás le sigue Legolas y los hobbits, de ahí Gimli y Boromir, al final va Aragorn. De repente Marah escucha un resbalón y voltea y ve a Frodo que había perdido el equilibrio y había rodado cuesta abajo hasta quedar junto a Aragorn. Frodo se pone en pie y siente que el Anillo no está en su cuello y mira que el Anillo está en la nieve. Boromir lo ve, se acerca y lo coge por la cadena. Aragorn lo llama por su nombre pero Boromir se encuentra atraído y seducido por el Anillo. Aragorn insiste y Boromir le devuelve al Anillo a Frodo, denotándole que no le interesa el Anillo. Marah al ver la actitud de Boromir lo mira con sospecha.

Continúan su marcha hacia las montañas mas altas, tratando de atravesar los grandes bancos de nieve, Legolas se adelanta seguido de Marah pues los pasos de ambos son ligeros y se mueven con facilidad sobre la nieve, observan en la tormenta y escuchan que una cruel voz surge entre el viento. Cuiva nwalca Carnirassë; nai yarvaxëa rasselya; taltuva notto-carinnar! (¡Despierta cruel cuerno rojo! ¡Tu cuerno puede ensangrentarse!)
- Hay una voz maligna en el aire. -advierte Legolas.
- ¡Es Saruman! -replica Gandalf.
Con un eco desgarrador, un montón de rocas se desprenden y caen desde el lateral de la montaña. Todos se protegen pegando su cuerpo contra la pared de la montaña para evitar ser golpeados por las rocas. Aragorn le pide a Gandalf regresar, pero Gandalf se niega y con una determinación por encima de los demás da un paso hacia el borde del desfiladero y da una orden contra Caradhras. La voz anciana del mago resuena en el aire intentando calmar la furia de la montaña.
- Losto Caradhras, sedho, hodo, nuitho i `ruith! (¡Duerme, Caradhras, quédate quieto, contén tu ira!) -invoca Gandalf.
La voz del mago sucumbe a un grito más terrible, al de Saruman quien se encuentra en el pináculo de la torre de Orthanc y continúa dando órdenes a la montaña, incrementando el odio de ésta.
De repente unos rayos alcanzan la parte alta de Caradhras originando una segunda avalancha de nieve sobre la comunidad que está más abajo. Conforme la nieve cae Gandalf sigue dando órdenes. En eso Marah corre hacia Gandalf y lo aleja del borde y lo lleva al interior del desfiladero justo antes de que la avalancha lo empuje hacia el abismo. La avalancha cubre completamente a la comunidad, después de un momento todos emergen de la nieve. Boromir les dice que se tome el paso hacia Rohan y crucen el folde oeste hacia Gondor, pero Aragorn le indica que es muy cerca de Isengard y Gimli por su parte pide que pasen por las minas de Moria. Marah al ver que nadie se decide, intenta hacerlos reaccionar pues no pueden permanecer mucho tiempo en la Montaña, pues la magia de Saruman puede volver a atacarlos.
Gandalf no sabe que hacer pues teme entrar a esas minas, ya que por la avaricia de los enanos que excavaron muy profundo en busca del codiciado mithril, despertaron en la oscuridad de Khazad-dûm, algo maligno. Y pide la decisión del portador del Anillo, quien sentido presionado les dice que pasen por las minas de Moria. Gandalf se resigna y mira cierto temor a Marah, quien sabe al igual que él lo que se oculta en Moria.

Llegan a salir de las Montañas y se dirigen al sur. En la oscuridad de las ruinas de un gran acueducto en la niebla y hielo de las montañas Gandalf llama a Frodo y le advierte el mal lo acosará desde fuera de la Compañía, y teme, que también desde dentro así que le previno en confiar solo en si mismo. Y mira de reojo a Boromir. Marah pasa por el costado de ambos mientras permanece un tanto desconfiada ante el resto.
Gandalf se mueve a lo largo del muro, tanteando y buscando alguna pista sobre una puerta. Marah que había echo varios tratos con los enanos por cientos de años, nunca había ingresado a la ciudadela de Moria, y pensaba que al fin esa era la oportunidad de saber de donde sacaban el mithril pero tenía un mal presentimiento de lo que podía haber adentro de esos muros. Gandalf y Marah se miran de reojo como si ambos se leyeran las mentes. En eso Gimli se adelanta.
- Ohh... Los muros de Moria... –replica Gimli- Cerradas, las puertas de los Enanos son invisibles.
- Cierto, Gimli. -le dice Gandalf- Ni sus artífices pueden encontrarlas, si sus secretos caen en el olvido.
- ¿Por qué no me sorprende? -dice Legolas en tono un tanto burlón.
Gimli mira a Legolas con desdén y Marah al ver tal hecho solo atina a reírse para sus adentros.
Junto a un lado de la roca esta un lago, el cual Frodo tropieza y sus pies chapotean en la orilla del lago. Marah se da cuenta y jala a Frodo.
- Aléjense del agua. -advierte Marah muy seria.
Gandalf se aproxima a una roca entre dos árboles retorcidos. El mago pasa su mano sobre la cara de la pared y se da cuenta que es Ithildin que es un mineral que sólo  refleja la luz de las estrellas y de la luna.
Mira arriba al oscuro cielo de la noche, la luna aparece. Las líneas se hacen más brillantes, describen dos columnas bajo un arco con una estrella en el centro, son escrituras en una extraña lengua que aparecen en el arco. Todos miran con asombro la puerta de los antepasados de Gimli. Gandalf explica señalando con su vara.
- Se lee "Las puertas de Durin, Señor de Moria" "Habla, amigo, y entra" -dice Gandalf.
Y se pone a pronunciar cada fórmula en todas las lenguas de los elfos, enanos, hombres y demás. Y nada pasa pues las puertas siguen cerradas.

El tiempo pasa. El resto de la Comunidad se sienta alrededor de las puertas cerca del lago esperando a que Gandalf las abra. Legolas se pone a vigilar las cercanías mientras Boromir y los hobbits con Gimli conversan. Aragorn se acerca a Marah, quien está sentada y alejada del grupo mirando al agua.
- Me parece haberte visto antes. -le dice Aragorn.
Marah voltea a verlo y sonríe.
- Así es Aragorn. -responde Marah tranquilamente- Nos conocimos en Imladris, hace más ochenta años atrás, cuando jugabas en el bosque y escuchabas mis historias para poder dormir y mírate ahora, eres todo un hombre.
- No puede ser... -le dice extrañado Aragorn- .. Elanor??
Marah asiente con la cabeza.
- ¿Y que haces vestida de amazona? -pregunta con curiosidad Aragorn.
- Bueno... mi padre es un elfo y mi madre era una valquiria, capitana de las amazonas... -responde Marah suspirando- Y... ahora estoy con ellas, quienes me necesitan más que mi propia gente...
- ¿Valquiria? –pregunta Aragorn extrañado- Pensé que eran una leyenda, pues tengo entendido que las valquirias se perdieron con el transcurso de los tiempos y la sangre de la gran Valkyria que atemorizaba a muchos ha desaparecido...
- Yo soy la última ... –responde Marah- ... Ahora la reina Vlasta es tan amazona como las demás... y bueno es mejor que el resto piense que solo soy una amazona...
- Muilelya yéva muina (tu secreto está oculto)...  -dice Aragorn con una sonrisa
- Hannon le Aragorn. -contesta Marah- Y ya habrá momento de conversar mas tranquilamente. Sabes? Me alegra mucho volver a verte.
- A mi también me alegra mucho. -responde Aragorn con una sonrisa.
Ambos se miran y se ríen. En eso escuchan ruidos en el agua y ven a Pippin arrojando piedras al lago. Marah se levanta muy seria y va donde Pippin.
- ¡Les dije que se mantuvieran alejados del agua y sin molestar! -le increpa Marah mientras le coge el brazo y levanta a Pippin.
Marah aún mantiene el carácter duro por ratos y eso la ayuda a mantenerse prevenida ante cualquier sorpresa. Pero lo que no se imagina es que la cercanía de Legolas la hará cambiar poco a poco sin que ella misma se diera cuenta. Aragorn por su parte va donde Sam quien tiene al poney y lo libera, pues sabe que es un lugar peligroso para un pequeño equino.

La noche avanza y nada. De repente algo recorre por debajo del agua, Aragorn, Boromir y Marah miran el agua con sospecha mientras alejan a los hobbits de la orilla del lago. En eso a Frodo se le ocurre algo.
- Es un acertijo. -dice Frodo- Di "amigo" y entra. ¿Cómo se dice amigo en élfico?
- Mellon. -responde Gandalf.
Las puertas se abren lentamente y la Comunidad entra en Moria. El mago sitúa un cristal en las retorcidas raíces de su vara; todos lo siguen, excepto Marah quien se queda atrás mirando sospechosamente al agua. Legolas se da cuenta y se acerca a ella.
- Estas bien? -le pregunta Legolas.
- Ahh? ... Si claro -responde Marah sorprendida, pues era la primera vez que Legolas le dirigía la palabra.

Marah reacciona y camina detrás de Legolas, quienes se unen con el resto de la Comunidad que ya han ingresado dentro de la cámara. Gimli mira a los alrededores sin distinguir nada pero alardea del lugar.
- Pronto, Señor Elfo, -dice Gimli a Legolas- disfrutarás de la famosa hospitalidad de los Enanos. Rugientes hogueras, cerveza de Malta, rica carne deshuesada... Pues esto amigo mío, es el hogar de mi primo Balin, y lo llaman mina... ¡Una mina!
Gandalf lleva su mano a la vara sobre el cristal y hace que éste se ilumine y brilla como si tuviese una fuerza propia. Gandalf dirige la vara hacia las oscuras cavidades de más adelante, mostrando gran suciedad, escaleras y columnas rotas, sobre las que hay apiladas una gran cantidad de formas, Marah se queda pasmada al ver aquel espectáculo.
- Esto no es una mina... -replica Marah mirando a su alrededor.
- ¡Esto es una tumba! –exclama asustado Boromir.
En eso la luz del mago revela una gran cantidad de cadáveres putrefactos, que arrojan grandes sombras en la habitación. Un grito estrangulado se oye.
- ¡No! ¡Noooo! -grita Gimli mientras ve los cadáveres esparcidos en el suelo.
Legolas extrae una flecha de uno de los cuerpos de un enano muerto, la examina y la tira con desprecio indicado que es de los Goblins, unos seres parecidos a los orcos solo que mas pequeños y se mueven como arañas. Aragorn, Marah y Boromir desenvainan sus espadas. Legolas prepara una flecha en su arco.
- Debimos ir por el paso de Rohan. ¡Y nunca entrar aquí! -reclama Boromir- Vámonos ahora mismo, salgamos de aquí. ¡Fuera!
Todos se dirigen a la puerta. De repente Frodo es agarrado desde atrás y arrastrado por su pie. Un largo tentáculo que sale del lago tira de él. Sam grita llamando a Aragorn. Los hobbits agarran a Frodo intentando mantenerlo alejado del agua mientras el tentáculo lo envuelve. La criatura libera a Frodo por un momento y parece desaparecer bajo las aguas. De repente muchos tentáculos aparecen por encima del agua, golpeando a los otros hobbits y agarrando a Frodo de nuevo de la pierna y lo eleva sobre el agua. Legolas corre hacia la orilla y dispara y le llega a dar en el tentáculo, Marah, Aragorn y Boromir corren hacia el agua con sus espadas y atacan a la bestia. Ésta mantiene a Frodo en el aire. A pesar de los esfuerzos de la Comunidad, el hobbit es acercado a la cabeza de la criatura, y su boca está rodeada de dientes. Aragorn corta el tentáculo que mantiene a Frodo en el aire que cae en brazos de Boromir. Marah por su parte corta a diestra y siniestra los tentáculos de la bestia. 

En eso Gandalf, ordena que todos regresen a las Minas. Todos van ingresando a las minas, y Legolas para retrasar a la bestia dispara y su flecha alcanza a la criatura que se echa atrás con un rugido. En eso la criatura marina sale del agua y golpea la puerta. Legolas y Marah son los últimos en ingresar y las rocas que están en la parte alta se colapsan al recibir el golpe de la bestia, Marah voltea para asegurarse que la bestia ya no los persigue, en eso siente que alguien se lanza contra ella hacia la pared impidiendo que una roca le caiga encima, voltea a ver a quien la salvó y era a Legolas.
- Gracias. -le dice Marah muy sorprendida.
- Por nada. -responde Legolas, mientras la tiene cogida de los hombros- ¿Te encuentras bien?
- Si ... gracias ... a ti... -responde Marah, aún un tanto asustada por lo ocurrido.
Legolas se da cuenta de la situación en la que ambos se encuentran y la suelta, Marah reacciona y se adelanta junto a los demás.
Luego todo queda en oscuridad y de repente una luz aparece en el bastón de Gandalf. Lo golpea en el suelo y la luz brilla mostrando las caras nerviosas y asustadas de toda la Comunidad.
- Sólo nos queda una opción ahora. Enfrentarnos a la larga oscuridad de Moria... manténganse alertas, -previene Gandalf- hay seres más antiguos y viles que los orcos en las profundidades del mundo. Son cuatro días de viaje hasta el otro lado. Confiemos en que nuestra presencia pase inadvertida.

El tiempo pasa y van entrado en una gran caverna con una camino tortuoso que corre por el centro. El paso es estrecho, y arcos de piedra aparecen en el centro de las cavernas. Gandalf ilumina una gran pared rocosa, sin fin, que cae en las profundidades, Marah se asombró mucho al ver que lo que había ahí no era ni oro ni plata, sino mithril. Ella sigue observando hacia abajo hasta que la luz se desvanece, es la visión de un reino abandonado.
Van trepando por un trecho de escaleras hasta un cruce en la mina, y ven tres portales que se presentan en frente de ellos. Gandalf coge su vara, mira a cada una de las puertas y lo hace de nuevo. Sus ojos lentamente se giran hacia el pasaje de la izquierda.
- No recuerdo este lugar -susurra Gandalf.
- No me diga que estamos perdidos maestro. –replica Marah.
- Yo no diría eso mi niña.... solo que no recuerdo este lugar. –responde Gandalf un tanto divertido.
Marah sonríe, se da la vuelta y se sienta en una roca saliente. Los demás descansan cerca, mientras Gandalf intenta decidir el camino, sentado sólo en la parte de arriba. Los hobbits interrogan a Aragorn para ver si están perdidos o no. Marah los escucha y de repente voltea y escudriña al fondo de la caverna y distingue una figura que va trepando de roca en roca, Frodo que está a su costado, también se da cuenta de la presencia que está cerca.

Marah se levanta seguida de Frodo y le dice a Gandalf sobre la criatura que los sigue. Gandalf ya se había dado cuenta de eso y le responde que es Gollum quien está detrás del Anillo pues odia y ama el Anillo tanto como se ama y se odia él mismo y parece que lo soltaron de las mazmorras de Barad-dûr.
- Voy a vigilarlo... –le dice Marah.
- No creo que intente nada Marah... –responde Gandalf- Somos demasiados para él...
- Aún así... no confío en lo que parece inocente... –contesta Marah y se levanta.
Marah camina unos pasos hacia el borde de la roca y Gollum se esconde. Marah disimula que no lo ve para poder vigilarlo mejor. En eso Gandalf le cuenta la triste historia de Gollum a Frodo, mientras los demás se van impacientando.

De repente Gandalf mira a una de las entradas y la señala acordándose el camino. Marah se levanta y junto a los demás siguen a Gandalf mientras bajan por unas escaleras, su vara ilumina una grandiosa sala de piedra repleta con altos pilares y un techo abovedado, tan grande como alcanza la vista. Marah camina al lado de Aragorn, de rato en rato Legolas mira de soslayo a Marah, quien lo inquieta de alguna manera, tal vez sus ojos, su mirada, su porte. Pero había algo en ella que hacía que el sintiera algo por ella, algo que ni el mismo se quería dar cuenta.

Continúan avanzando por la gran sala, en eso Gimli ve un rayo de luz que brilla a través de una sala donde los cuerpos yacen esparcidos y corre hacia esa cámara, Gandalf lo llama pero Gimli no le hace caso. Todos corren detrás de Gimli e ingresan al lugar, ahí ven una cámara con paredes rotas, el suelo lleno de armas y cuerpos esparcidos. Gimli para y se arrodilla frente a una cripta en el centro de la habitación donde un único rayo de luz desciende sobre ella iluminándola, lee lo que dice en la tumba y solloza, Boromir se acerca y pone una mano en el hombro de Gimli. Marah camina por alrededor de la tumba, mientras mira con pena a Gimli. Gandalf avanza y mira la superficie de la tumba.
- "Aquí yace Balin, hijo de Fundin, Señor de Moria." -indica Gandalf- Ha muerto entonces, tal como lo temía.
- Kilmin malur ni zaram kalil ra narag. Kheled-zâram ... Balin tazlifi. -canta suavemente Gimli mientras va sollozando.
Legolas se siente incómodo y se dirige a Aragorn, mientras Marah se coloca al lado de Boromir tratando de leer la tumba.
- Debemos continuar Aragorn, -indica Legolas- no podemos detenernos.

En eso Gandalf coge un libro que esta encima de un cadáver de un enano y lo abre, el cual está lleno de polvo y suciedad y comienza a leerlo.
- "...han tomado el puente, y la segunda sala. -lee Gandalf- Atrancamos las puertas, pero no podremos frenarlos por mucho tiempo. El suelo tiembla. Tambores... tambores en lo profundo. No podemos salir. Una sombra se mueve en la oscuridad. No podemos salir. Ya vienen..."
Toda la Comunidad lo escucha en silencio, de repente Pippin rompe el silencio, curioso agarra la flecha del cadáver y la retuerce, el cráneo se mueve y cae en el pozo, Pippin mira a Gandalf sabiéndose culpable, conforme cae la cabeza lo hace el cuerpo y se desliza en el pozo, arrastrando una cadena y un cubo, el ruido suena de pared a pared. Donde una vez había silencio ahora un sonido metálico resuena. Pippin hace muecas con cada sonido. Entonces otra vez el silencio, la Comunidad comienza a relajarse.
- ¡Tuk, insensato! -le increpa Gandalf- ¡Tírate tú la próxima vez y líbranos de tu estupidez!

De repente escuchan el ruido del golpe de un tambor, seguido de otro, y de otro, hasta escucharse como si de un ritmo cardíaco se tratase. En eso Sam ve que la espada de Frodo se vuelve azul brillante, es avisaba que había orcos cerca. Boromir se acerca a las puertas a echar un vistazo y unas flechas se clavan en la puerta cerca de su cara. Aragorn deja caer su antorcha y corre hacia Boromir y lo jala hacia adentro, entre ambos cierran las puertas y entonces se escucha un bramido al otro lado. Era un trol de las cavernas. Marah nunca en su vida había escuchado aquel bramido tan espantoso y mucho menos haber visto alguno de ellos. Aragorn coge junto a Boromir algunas armas tiradas en el suelo para bloquear la puerta y retroceden a esperarlos mientras empuñan sus armas. Marah y Legolas cogen sus arcos mientras Gandalf y los hobbits empuñar sus espadas. De repente Gimli se sube a la parte alta de la tumba de Balin y blande sus hachas.
- ¡Aah! -grita Gimli- ¡Dejad que vengan! ¡Aún queda un enano con vida en Moria!
Hay mucho ruido afuera y muchas criaturas empiezan a tirar la puerta abajo. Legolas y Marah permanecen de pie preparados para disparar, los demás también están preparados, aunque nubes de miedo cruzan sus ojos. Entonces la primera brecha se abre en la puerta y Legolas dispara, y un grito suena fuera. El Elfo saca otra flecha y la prepara en su arco mientras Marah dispara otra. Al fin llegan a ingresar los orcos, Marah y Legolas alcanzan a varios de éstos con sus flechas mientras Boromir y Aragorn eliminan a otros con su espada; Gimli alcanza a uno en su estómago. Con un grito, Gandalf se lanza en el fragor y los hobbits le siguen. Continúan peleando contra los que van ingresando. En eso el trol entra destrozando todo a su paso. Legolas le dispara en el hombro; mientras Sam mira la escena congelado, el trol levanta su maza y casi machaca al hobbit. Pero en ese momento Marah corre hacia el hobbit y lo lanza hacia un costado, ahí recién Sam reacciona y ayuda a sus compañeros. El trol gira su brazo y lanza a Boromir contra una pared de la habitación y cae aturdido. Un orco está sobre él preparado a golpearlo. A través de la habitación Aragorn lanza la espada de Boromir y la clava en el cuello del orco, y aún aturdido Boromir se despierta y le agradece con la mirada.

De pie sobre la tumba de Balin, Gimli lanza una hacha, alcanzando el hombro del trol. El trol vuelve a levantar su maza y alcanza la tumba haciéndola añicos mientras el enano salta al suelo. Mientras tanto, Merry y Pippin ponen a salvo a Frodo detrás de un pilar. Marah saca su espada y mata a un orco que estaba por lanzarle una lanza a Legolas quien está subido en los altos de la cámara. Legolas la mira y esboza una sonrisa mientras dispara dos flechas haciendo que el trol retroceda.

Gandalf por su parte sigue dando vuelta a los orcos y protegiendo a los hobbits quienes a su vez también pelean. El trol ahora mueve su cadena en círculos sobre su cabeza. Intenta alcanzar a Legolas en los altos pero éste lo evita, le dispara una flecha en la cabeza y salta. El trol ruge de dolor mientras se libera de la cadena. De repente el trol sigue a Frodo que intenta evadirse ocultándose tras un pilar. Pero el trol llega a alcanzar a Frodo y lo coge pero Frodo hiere en la mano del troll con su espada y lo llega a soltar. En eso Aragorn agarra una lanza del suelo y se la clava al trol. Éste enfurecido lanza su brazo y golpea a Aragorn, que sale disparado hacia una pared de la habitación y se golpea con el suelo. Frodo corre tras él e intenta reanimarlo pero Aragorn está inconsciente. En eso Frodo empieza a correr, pero el trol lo bloquea con la lanza haciendo que retroceda y hiere a Frodo en el pecho.
Gandalf y Marah giran instintivamente y ven lo sucedido. Merry y Pippin observan enmudecidos. En eso ambos hobbits gritan de cólera y se lanzan contra el trol hiriéndole de gravedad.

Sam ve a Frodo tirado en el suelo y con la lanza en el pecho y corre rápidamente hacia su amigo. Aragorn reacciona y corre hacia Frodo, mientras Boromir, Marah y Gandalf luchan para alcanzar al hobbit. El trol se agita sobre su cabeza y finalmente agarra a Pippin, moviéndolo alrededor de él y tirándolo contra el suelo, Marah corre en su ayuda y se despacha a dos orcos en su carrera hacia Pippin. La Comunidad redobla sus esfuerzos contra los orcos y el trol. Gandalf y Gimli se turnan para herir al trol, en eso Legolas apunta. Y dispara una flecha mortal atravesando su cerebro desde la boca del troll y cae muerto. Hay un momento de silencio. Todos los demás orcos están muertos o han huido. En eso Gandalf corre hacia Frodo, así lo hace Aragorn, seguido de Marah y Gimli. Aragorn agarra a Frodo y lo voltea y en eso Frodo respira con dificultad, los demás se alegran de verlo aún con vida y en eso Frodo se descubre la cota de mithril que tiene debajo de su camisa. Gandalf sonríe e indica a todos que deben de salir al puente de Khazad-dûm.

Corren hacia la puerta trasera de la cámara y entran en una sala de altas columnas donde un rayo de luz irrumpe desde una brecha en la roca. La Comunidad es perseguida de cerca por un ejército de otro tipo de orcos que salen desde agujeros en el suelo o descienden desde las columnas como arañas, rodean a los miembros de la Comunidad, que desenvainan sus espadas y forman un círculo. Los orcos gruñen y miran de forma cautelosa a las caras asustadas de la compañía. Justo entonces una luz de fuego aparece al final de la sala seguida por un sonido de truenos. Los orcos se asustan y se alejan en todas direcciones y se esconden.
En eso Gandalf mira con preocupación al fondo de la sala y Boromir le pregunta que cosa está por venir. Gandalf no responde, por un momento cierra sus ojos. Se oye de nuevo el estruendo. Gandalf abre sus ojos, y parecen lúgubres y serios. Marah se acerca a él.
- Maestro! -dice Marah- Eso no es el...
- El Balrog! -interrumpe Gandalf- Un demonio del mundo antiguo.
La criatura que está al fondo de la sala gruñe, todavía está oculta tras una esquina en la gran sala de columnas, iluminando con luz roja los pilares. La mirada de Legolas denota un gran pavor, pues él mejor que nadie sabe lo que es esa bestia. Marah siente el miedo de Legolas y lo mira extrañada. 
- Este rival nos supera a todos. -grita Gandalf- ¡Corran!!!
Todos corren a través de la sala, entran en un pasillo y bajan varios escalones. El descenso acaba abruptamente pues Boromir casi cae al fondo del abismo, Legolas lo agarra. El último en llegar es Gandalf que llega cansado y se apoya en una pared. Aragorn que está detrás del resto se da cuenta de ello y lo anima.
- Guíalos, Aragorn. -ordena Gandalf- El puente está cerca. ¡Haz lo que te digo! ¡Las armas aquí ya no sirven!
Aragorn se siente confundido y se acerca a Gandalf pero él abruptamente lo empuja para alejarlo.
- ¡¡Haz lo que te digo!! -ordena con voz firme Gandalf.
El Balrog ruge de nuevo, la Comunidad desciende rápidamente las escaleras hacia las profundidades de las cuales surgen grandes llamas. La Comunidad encuentra una gran brecha en las escaleras. Legolas se inclina hacia adelante y salta, detrás de él salta Marah. En eso el Balrog vuelve a rugir, los cimientos crujen enviando grandes rocas hacia las profundidades.
- ¡Gandalf salta!! -grita Marah.
Gandalf salta y se apoya en Legolas quien lo recibe. Las flechas silban en el aire desde una cornisa lejana, golpeando los escalones de piedra cerca de sus pies. Marah les devuelve los disparos. Mientras Legolas ayuda a los demás a pasar, Boromir salta cargando a Merry y a Pippin y desde el otro lado, Aragorn lanza a Sam hacia los brazos de Boromir y Gimli salta por su cuenta pero casi se cae y es sujetado por Legolas. Solo quedan Aragorn y Frodo, pero en ese momento el Balrog ruge y se va acercando cada vez mas mientras van cayendo grandes rocas, una de ellas casi destruye las escaleras y haciendo un esfuerzo sobrehumano Aragorn carga a Frodo y salta con todas sus fuerzas y llega al otro lado.

La Comunidad huye, pero Marah voltea a ver a Gandalf quien no los sigue, pues se había quedado mirando al muro de llamas. De repente una gran forma de sombra aparece de entre las llamas, sus ojos son de fuego blanco, grandes cuernos de ceniza negra decoran su cabeza que se asemeja a la de un toro. El Barlog abre sus fauces emitiendo un rugido y liberando una gran cantidad de calor. Marah quien nunca en su vida había visto semejante bestia, se asusta y grita llamando a Gandalf quien voltea y corre detrás de los demás.

En eso divisan un puente estrecho de roca, y uno a uno va cruzando el puente, Aragorn los lidera seguido de Boromir y los hobbits, detrás va Gimli y Marah, por último sigue Legolas, en eso Gandalf se gira de nuevo para encarar al Balrog. Grandes sombras como alas de ceniza giran alrededor del demonio, que despliega sus brazos y emite una gran cantidad de llamas a la vez que suenan crujiendo. Gandalf se queda frente a él con la espada y la vara en alto.

Al fin llegar al otro lado del puente y Frodo que está en lo alto de las escaleras que conducen a la salida se da cuenta que Gandalf está frente a frente con el Balrog y da la alerta.
Marah da vuelta y trata de ir tras Gandalf pero Boromir que está a su lado le impide el paso jalándole del brazo y queda al costado de Aragorn.
Gandalf comienza a elevar su vara, y una imponente luz irradia del bastón iluminando el puente, circundando al mago en un globo de luz blanca, mientras le ordena regresar.
- ¡Soy siervo del Fuego Secreto, guardián de la Llama de Anor! -grita Gandalf- ¡Tu Fuego Oscuro es en vano, Llama de Udûn!
El Balrog alza su brazo y una espada de fuego se forma en su mano y golpea a Gandalf quien para el golpe con su espada.
- ¡Regresa a la Sombra! -dice Gandalf apretando los dientes con furia.
Un conjunto de llamas salen de la cresta del Balrog y da un paso adelante en el puente y blande un látigo de fuego agitándolo amenazante. Gandalf usa lo que resta de su energía y alza su espada y vara juntos en el aire.
- ¡¡No pasarás!! -grita Gandalf con todas sus fuerzas.
En ese momento Gandalf clava su vara en el puente causando una brillante luz azul, saliendo fuego de su nariz el Balrog da un paso. En eso el puente se desmorona mientras se aproxima a Gandalf, y se rompe bajo el bastón de Gandalf. El demonio se hunde en el abismo, todavía blandiendo su látigo de fuego. Gandalf, queda exhausto, se apoya en su bastón y observa al Balrog caer; se gira para seguir a los demás. En un último momento, el látigo de fuego aparece desde las profundidades del Abismo y agarra a Gandalf del tobillo, jalándolo hasta el borde del puente y resbala, pero se agarra del filo del puente pero le cuesta mantenerse agarrado.
En ese momento Marah y Frodo se abalanzan hacia donde se encuentra Gandalf, pero Boromir retiene a Frodo y Legolas a Marah.
- ¡¡Gandalf!! -grita Frodo mientras es retenido por Boromir.
- ¡¡Maestro!! -grita su vez Marah tratándose de liberar de los brazos de Legolas.
El mago se mantiene débilmente agarrado a la roca mirando a Frodo y Marah y entonces deja de luchar.
- ¡Huyan, tontos! -ordena Gandalf.
Y se suelta de la roca y cae en el Abismo abriendo sus brazos.
- ¡Noooooooo!!! - Frodo trata de soltarse de Boromir.
- ¡¡Gandaalf!!! -grita con desesperación Marah.
Boromir carga a Frodo mientras va gritando y Legolas saca a la fuerza a Marah hacia la salida, Aragorn está aturdido, se queda observando al puente sin creerlo. Por un momento se queda estático, pero entonces las flechas de los orcos empiezan a silbar de nuevo, disparando a sus compañeros. Evitándolas se gira y sigue a los demás por las escaleras.

Salen de la oscuridad de Moria hacia la luz. Todos se encuentras muy afligidos. Sam está sentado en el suelo, agacha su cabeza entre sus manos y comienza a sollozar. Merry consuela a Pippin que yace llorando en el suelo. Boromir intenta refrenar a Gimli mientras éste se desahoga de su rabia y aflicción. Legolas está muy afectado y ve a Marah arrodillada hundiendo sus manos en la tierra con rabia e impotencia. Aragorn limpia su espada, la envaina y se dirige hacia los demás.
- Legolas -ordena Aragorn- levántalos.
- ¡Dales un momento, por piedad! -suplica Boromir.
- Al anochecer estas colinas serán un hervidero de orcos. -interrumpe Aragorn con voz dura- Debemos llegar a los bosques de Lothlórien. Vamos, Boromir, Legolas, Marah, Gimli, que se levanten. En pie Sam.
Gimli y Boromir hacen poner en pie a los hobbits, Legolas se dirige a Marah quien aún se encuentra arrodillada y le da la mano para levantarse. Pero en un arranque, Marah se levanta y abraza a Legolas con todas sus fuerzas, el elfo se sorprende muchísimo ante aquella reacción de ella, y siente el corazón de Marah latir con mucha fuerza al igual que el de él, de repente ella se da cuenta que un sentimiento muy raro está pasando y asustada se separa de Legolas y ambos se miran a los ojos un tanto sorprendidos por aquella situación, Marah solo atina a bajar la cabeza y va detrás de los Aragorn. Legolas se queda inmóvil por un par de segundos y luego retoma el camino con los demás.



1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32

  
 

subir

Películas y Fan Film
Tolkien y su obra
Fenómenos: trabajos de los fans
 Noticias
 Multimedia
 Fenopaedia
 Reportajes
 Taller de Fans
 Relatos
 Música
 Humor
Rol, Juegos, Videojuegos, Cartas, etc.
Otras obras de Fantasía y Ciencia-Ficción

Ayuda a mantener esta web




Nombre: 
Clave: 


Entrar en el Mapa de la Tierra Media con Google Maps

Mapa de la Tierra Media con Google Maps
Colaboramos con: Doce Moradas, Ted Nasmith, John Howe.
Miembro de TheOneRing.net Community - RSS Feed Add to Google
Qui�nes somos/Notas legalesCont�ctanosEnl�zanos
Elfenomeno.com
Noticias Tolkien - El Señor de los AnillosReportajes, ensayos y relatos sobre la obra de TolkienFenopaedia: La Enciclopedia Tolkien Online de Elfenomeno.comFotogramas, ilustraciones, maquetas y todos los trabajos relacionados con Tolkien, El Silmarillion, El Señor de los Anillos, etc.Tienda Amazon - Elfenomeno.com name=Foro Tolkien - El Señor de los Anillos