Historia de la Dama Blanca


	Historia de la Dama Blanca 22 de Mayo de 2003, a las 00:00 - Elanta Relatos Tolkien - Relatos basados en la obra de Tolkien, de fantasía y poesías :: [enlace] 4. Cartas 4 de Nárië, en el año 131 del Sol. Aiya, querido toron: Recibí tu carta sin problemas. Me alegra saber que mucha de nuestra gente te ha seguido hasta las tierras del Narog para ayudarte a construir tu reino. Buenas noticias, Thingol ha estado hablando con los naugrim y les ha convencido para que vayan trabajar para ti; supongo que tendrás que desprenderte de algunas de los tesoros que trajimos de Aman como pago. Mis lecciones con Melian son aprovechadas al máximo. Mi intuición se desarrolla proporcionalmente a mi conocimiento sobre Endor, su flora, fauna y gentes. Hablando de asunto menos serios. Después de vivir en Menegroth casi un año, aún sigue sorprendiéndome. Paseando por un lugar que todavía no había visto, encontré una zona de pórticos y jardines interiores dedicadas exclusivamente a los niños. Como el número de críos es escaso, como en toda raza élfica, aquí han decidido que lo mejor es juntarlos para que puedan disfrutar de compañeros de edad parecida. He gozado mucho jugando con ellos, me recordaban a nosotros cuando jugábamos por las calles y alrededores de Tirion. Por cierto, ni se te ocurra volver a preguntarme por los pretendientes, sabes de sobra lo mucho que me irrita ese tema. Los Sindar pueden ser tan o más pesados que los Noldor a la hora de cortejar a una damisela, ¿por qué los elfos os empeñáis en demostrarnos lo fuerte, poderosos y ricos que sois?, es una actitud absurda, sobre todo si tenemos en cuenta que podría ganar en combate a todos estos fastidiosos nobles. ¿Y qué hay de ti?, que yo recuerde siempre tenías un enjambre entero de muchachas persiguiéndote. No creo que la situación haya variado en el tiempo que llevamos separados. Me temo que nada más hay que contar. Aguardaré tu respuesta con impaciencia. Si consigues evadirte de tus responsabilidades, me gustaría que pasaras por Doriath a visitarme. Un abrazo con todo mi cariño: GALADRIEL. 14 de Úrimë, en el año 133 del Sol. Aiya titta seler: Perdona el retraso de mi carta, apenas dispongo de tiempo libre con las labores de construcción. Tengo la sensación de estar constantemente resolviendo problemas, supongo que habré de acostumbrarme. He encontrado un nombre perfecto para mi fortaleza y el reino, Nargothrond. En cuanto termine de organizar las cosas iré a buscarte y te mostraré las grandiosas estancias que han tallado los naugrim. Me cuesta reconocerlo, pero los enanos son grandes artesanos, incluso podrían rivalizar con nuestros mejores artífices; aunque no puedo evitar preocuparme por esa desmedida obsesión que tienen por el oro y las joyas. Junto con ésta, he enviado una misiva a Thingol para darle las gracias una vez más, por cuidar de ti y por los dones que me ha dispensado. Tengo pensado llevarle un obsequio digno de su bondad y poder, un collar en el que he hecho engarzar las gemas más hermosas que traje de Valinor. Es perfecto. Otra feliz noticia es el establecimiento de nuestros hermanos, Angrod y Aegnor, en las tierras conocidas como Ard-Galen. Mientras, Orodreth se encuentra conmigo ayudándome en Nargothrond; he decidido cederle la ciudadela de Minas Tirith, en los Altos del Sirion. Además he establecido relaciones con Círdan, señor de las Falas y, por supuesto, con el rey de Nevrast, nuestro querido primo Turgon. Me alegra saber que eres feliz en Menegroth. Hubo un tiempo en que pensé que no podría darte la seguridad y comodidad que mereces, ahora que estás a cargo de Melian el corazón me dice que alcanzarás tu sueño. Quizás se demore un poco, pero sé que llegarás a ser una reina excepcional y todos tus súbditos te querrán tanto como yo. ¿Cómo te bautizarán, qué nombre llevará la princesa de los Noldor?. Siempre me gustó Nerwen. Aunque si te casas, (sí, no pongas caras raras), quedaría magnifico un apelativo como Dama Galadriel. Mi querida seler, he de despedirme por ahora. Procuraré responder lo antes posible a tus cartas. Un fuerte abrazo de tu hermano favorito: FINROD FELAGUND. 12 de Víressë, en el año 140 del Sol. Aiya, toron: ¿Pararas algún día quieto?. Tengo la sensación que todo el mundo me ha dicho que te ha visto en tal o cual sitio, prácticamente al mismo tiempo. Después de todo creo que no te has curado de tus vagabundeos, siempre tienes que estar en movimiento. Tienes al tío Fingolfin mareado. Me llegó un mensaje suyo hace poco, comentaba que habías visitado Hithlum y después habías secuestrado a Fingon; al parecer las gentes de Dor-Lómin empiezan a estar ligeramente molestas por las repentinas desapariciones de su rey. Eso me recuerda que soy la única a quien no visitas. Aprovechando tu viaje a Ossiriand, ¿no querrías pasar a ver a tu hermanita?. Finalmente desoí tus advertencias y tomé parte en el último torneo. Daeron está trabajando en una canción que exprese adecuadamente tan memorable acontecimiento. Como bien habrás imaginado, gané a esos nobles egocéntricos aunque me vi superada en algunas pruebas, no hay elfo sobre la faz de Endor que maneje el arco como lo hace Beleg. Fue una situación curiosa, Thingol hubo de reconocer que nunca una elfa había derrotado a tantos de sus mejores guerreros, así que me entregó como premio un hermoso arco, dice que pocos lo usan con mi precisión y elegancia (eso iría por Beleg), y ha empezado a permitirme acompañar a los guardias que recorren las tierras en torno a Doriath en busca de alimañas y orcos. Por extraño que parezca, el haber ganado a mi hueste de pretendientes no les ha desanimado, ¡les ha dado mucho más ímpetu!. Me temo que ahora soy el gran reto de la Corte, dado que Lúthien no puede ser cortejada por decreto real. Melian sigue siendo mi maestra, parece ser una fuente inagotable de conocimientos. Progreso con rapidez gracias a ella, ahora soy capaz de entrar en las mentes de aquellos que me rodean con facilidad pero aún no consigo evitar que detecten mi contacto. También las visiones son más claras y los presentimientos acuden a mí incluso cuando no los llamo. No sólo aprendo de magia y poder, Melian se encarga de hacerme memorizar las plantas que habitan Endor, las hablas de los distintos Pueblos, su historia antes de la venida de los Noldor, y me hace ver cosas que antes yo era incapaz de imaginar. Nunca volveré a decir que un Sinda o un Nando es inferior a un Noldo, sobre todo cada vez que recuerdo lo acontecido en Aqualondë; creí que el tiempo mitigaría el dolor, mas es una carga que pesará en mi corazón eternamente. Nada más sucede en el Reino Escondido. Aquí los días y noches se suceden en un plácido devenir, no hay disputas, no hay problemas; Elu Thingol reina en Doriath y la luz de Melian llena cada rincón. Con cariño, tu hermana: GALADRIEL. 21 de Yavannië, en el año 143 del Sol. Aiya Alatáriel: ¿Tenías un mal día cuando me escribiste la última vez?. Recuerdo perfectamente los errores cometidos por los hijos de Fëanor en el pasado, pero eso no hace que dejen de ser nuestros primos y que aún les tenga un profundo afecto. Además, no creo estar cometiendo ningún delito si los visito y decido ir de caza con ellos. Eres de lo más rencorosa, hermanita. Sí, sigo viajando. Nargothrond ha sido prácticamente terminado, mi gente es feliz y me gusta escaparme de vez en cuando. Esta sana costumbre me ha permitido tener una visión general de la situación de nuestro Pueblo; aparentemente somos fuertes y mantenemos lazos de amistad, sin embargo, si te detienes a escuchar a los habitantes de los diferentes reinos, te percatas de todos los odios y deseos de venganza que subyacen entre la Casa de Fëanor y las de nuestro padre y Fingolfin. No me avergüenza reconocerlo, tengo miedo de que Morgoth despierte y encuentre ejércitos divididos por la desconfianza. La paz que disfrutamos no será auténtica hasta que el Enemigo haya desaparecido, y los malditos Silmarils vuelvan a manos de los hijos de Fëanor o sean destruidos. Por todo esto hablé con Círdan. Él compartía mis inquietudes y, aprovechando que los Noldor le estamos ayudando a reforzar las defensas de Brithombar y Elglarest, me aconsejó crear un refugio en la Isla de Balar por si se presentase una situación desesperada. Cambiando de tema, ¿has tenido noticias de Turgon?. Por extraño que resulte, nuestro primo ha desaparecido del mapa con casi todos los habitantes de Nevrast y un numeroso grupo de Hithlum. Los últimos en saber de él fueron las gentes de Orodreth. Nuestro hermano me comentó que Turgon pasó por Tol Sirion con su nutrida hueste e, insólitamente, se pierde todo rastro suyo en torno a las montañas. Pregúntale a Melian, me gustaría saber si se encuentran bien, con eso me basta. Hablando de Melian. Tu querida señora me ha pedido que te ordene que dejes de hacer tonterías, es decir, que no te esfuerces hasta la extenuación. Sería muy desagradable ir a Doriath y descubrir que has abandonado este mundo, un gran inconveniente si tenemos en cuenta que pienso visitarte muy pronto. Así podremos discutir como antaño. Con mi amor y mis mejores deseos: FINROD FELAGUND. - ¡¡¡Tuluvaro, toronya tuluvaro!!! -. N. de A.: Bueno, este capítulo quedó un poco corto. Pretendía más que nada hacer ver como transcurre el tiempo, como son años lo que pasa entre la llegada de Galadriel a Doriath y los siguientes acontecimientos. Narro muy poco de los momentos felices porque no son esos los que forjaron a la Dama Blanca. Ante todo busco mostrar a Galadriel de joven, una princesa orgullosa, alegre, segura de sí misma y algo consentida (después de todo es la única chica de cinco hermanos y encima la pequeña). Toron: hermano. Titta seler: pequeña hermana o hermanita. Tuluvaro, toronya tuluvaro: vendrá, mi hermano vendrá. Comentarios y demás podéis hacérmelos llegar a elanta69@hotmail.com. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 Tweet