Nimedhel

31 de Julio de 2005, a las 20:37 - Nimedhel
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El inicio de los Torneos

Una vez ya instalados en el palacio los hermanos pasaban largas horas hablando con el rey, pues a éste le gustaba platicar de los árboles de otros bosques con Linorn, sobre caballos con Mîrluin y Rilrómen, pero sobretodo adoraba escuchar las canciones de Nimedhel sobre viajes largos, arriesgadas cacerías, jinetes veloces, las hazañas de sus ancestros y el sonido del mar. Sin embargo, por ese entonces no pocos opinaron que si el caballo del príncipe hubiese corrido más rápido, mayor hubiese sido la hazaña de éste frente al wargo, los cuatro hermanos entendieron esto como un reto y, solicitando permiso al rey, desafiaron a los mejores arqueros del reino a un concurso en el que se demostraría quién era el mejor arquero; sépase que esto no es muy común entre lo Elfos, pero se trataba de los hijos de un gran cazador y guerrero, Harmírion el valiente, de quien se dice que su grito de guerra aún puede escucharse cuando se derriba una gran presa. Sus hijos por consiguiente habían heredado el carácter activo y el ímpetu algo salvaje de su padre aunque, a excepción de Linorn, muy poco de la prudencia de la madre; y eran estos cuatro hermanos rápidos para la acción y las aventuras, mas no estaban dispuestos a que se dudase en forma alguna de su destreza, mucho menos de su valor, pues consideraban esto una ofensa contra su padre.

Por lo tanto, en un claro del Bosque, en un día señalado, se reunieron los mejores arqueros del reino, para demostrar en una serie de competencias de velocidad y habilidad con el arco quién merecería ser llamado un verdadero Arquero Elfo. Así iniciaron los Torneos: grandes hazañas de velocidad y destreza con el arco. En esa primera oportunidad ganó Mîrluin, superando por muchos tantos a los demás concursantes, incluso al mismo príncipe, quien quedó segundo en las competencias junto a Nimedhel, a quien sí pudo igualar en puntería pero jamás en velocidad. Es así que cada cierto tiempo, cuando las hojas de los árboles caen y el suelo del Bosque se adorna con un grueso manto dorado, se celebran los Torneos, que congregan hasta Elfos de otros dominios.